La leche condensada es un ingrediente muy popular en la repostería y en la cocina en general, apreciada por su cremosidad y dulzura. Si buscas una alternativa más saludable a la leche condensada tradicional, esta receta es perfecta para ti. Con solo 3 ingredientes, podrás hacer una versión sin azúcar en casa, ideal para tus postres o bebidas.
Es fácil de preparar y mucho más ligera que la opción comercial, ¡Vamos a preparar esta leche condensada casera y descubre cómo hacer tus postres más saludables sin renunciar al sabor!
Índice
Ingredientes
- 1 Taza de leche desnatada o descremada en polvo: Aporta proteínas y mantiene bajo el contenido de grasa.
- 1/2 Taza de agua caliente: Ayuda a disolver la leche en polvo y el edulcorante, creando una mezcla homogénea.
- 2 cdas de Edulcorante (stevia o tu elección): Endulza sin añadir azúcares nocivos.
- 1 cda de Mantequilla sin sal: Agrega cremosidad y mejora la textura de la leche condensada.
Preparación
- Mezcla los ingredientes secos: En un bowl, combina la leche en polvo y el edulcorante. Mezcla bien para evitar la formación de grumos.
- Añade el agua caliente: Vierte lentamente el agua caliente en la mezcla, removiendo de forma constante hasta lograr una textura suave.
- Incorpora la mantequilla: Añade la mantequilla sin sal y continúa mezclando hasta que se derrita completamente e integre en la mezcla. La mantequilla le dará una textura más cremosa y un sabor más rico.
- Batir para obtener una mejor consistencia: Utiliza una batidora o procesador de alimentos para batir la mezcla durante unos minutos. Esto ayudará a lograr una textura más similar a la leche condensada tradicional.
- Enfriar y almacenar: Deja que la leche condensada se enfríe a temperatura ambiente antes de colocarla en un frasco de vidrio con tapa. Guárdala en la heladera durante al menos 2 horas antes de usarla. Así tomará más consistencia.
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Consejos adicionales:
- Consistencia más espesa: Si prefieres una leche condensada más espesa, puedes añadir un poco más de leche en polvo o reducir la cantidad de agua. También puedes dejarla enfriar durante más tiempo en la nevera para que espese.
- Variedades de edulcorantes: Además de la stevia, puedes probar otros edulcorantes naturales como el eritritol, el xilitol o el monk fruit. Cada uno aporta un nivel de dulzor diferente y puede influir en la textura final.
- Opcional: Sabor adicional: Para darle un toque especial, añade una pizca de sal, una cucharadita de extracto de vainilla o un poco de canela en polvo. Esto realzará el sabor y hará la leche condensada más interesante.
- Duración en la heladera: La leche condensada casera se puede conservar en la heladera por hasta una semana. Es importante almacenarla en un recipiente hermético para mantener su frescura y evitar que absorba olores de otros alimentos.
- Usos recomendados: Puedes utilizar esta leche condensada sin azúcar en recetas de postres como flan, pasteles, helados, o incluso para endulzar el café o batidos. Es una opción versátil y saludable para disfrutar sin culpa.
Con estos pasos y consejos adicionales, tendrás una leche condensada casera deliciosa, sin azúcar y fácil de preparar. ¡Perfecta para tus recetas saludables y postres favoritos!