Tortitas o buñuelos de papa caseros ¡cocinalos así!

Transformar una humilde papa, en una delicia dorada y crujiente es un arte que pocos pueden resistir. Las tortitas o buñuelos de papa caseros son una invitación al placer del sabor, una amalgama perfecta de simplicidad y exquisitez.

Ya sea que los sirvas como una guarnición tentadora o como plato principal, estas delicias se ganarán un lugar especial en tu cocina y en tu corazón.

Cómo preparar Buñuelos de papa caseros

Para preparar esta deliciosa receta, vas a necesitar:

Ingredientes:

  • 4 papas grandes
  • 1 cebolla, finamente picada
  • 2 huevos
  • 4 cucharadas de harina
  • 2 cucharadas de maicena
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite para freír
  • Perejil fresco para decorar (opcional)

Preparación:

  1. Pelar las papas y rallarlas. Exprime ligeramente la papa rallada entre tus manos para eliminar todo el exceso de agua. De esta forma los buñuelos quedarán mucho más secos.
  2. En un bol grande, mezcla las papas ralladas con la cebolla picada.
  3. Agrega los huevos, la harina, la maicena, el polvo para hornear, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta obtener una pasta cremosa.
  4. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio. Asegúrate de que el aceite esté lo suficientemente caliente antes de comenzar a freír, de lo contrario absorberán mucha aceite.
  5. Con una cuchara, ve echando porciones de masa en el aceite caliente, procurando espaciarlas para evitar que se peguen entre sí.
  6. Fríe las tortitas o buñuelos por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente unos 3-4 minutos por lado.
  7. Retira las tortitas de papa de la sartén y colócalas sobre toallas de papel para eliminar el exceso de aceite.
  8. Déjalas reposar unos instantes antes de servirlas. Si lo deseas, decóralas con perejil fresco picado antes de servir.

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¡Y listo! Ahora puedes disfrutar de estas exquisitas tortitas o buñuelos de papa caseros. Son ideales para compartir con amigos y familiares, o simplemente para darte un capricho culinario en cualquier momento del día. ¡Buen provecho!