Sentimos decirlo: Los padres son los culpables de la nueva generación de “niños flojos”

¿Te has dado cuenta de lo perezosos que están los niños hoy en día? Según un nuevo estudio, mucho de la culpa recae en los padres. Los investigadores encontraron que los niños cuyos padres no exigen nada de ellos tienden a ser más flojos. En este artículo, hablamos sobre el estudio y damos algunas ideas sobre cómo podemos cambiar esta tendencia.

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¿Quiénes integran la «Generación F»?

Los niños nacidos entre 1995 y 2012 se han ganado el apodo de “Generación F”, ya que son la primera generación en la historia a la que se le ha otorgado una etiqueta negativa. Según los expertos, esta generación tiene una serie de características que la distinguen de las anteriores.

Principalmente, estos niños son perezosos y no tienen el mismo espíritu de competencia que sus padres o abuelos.

“Los padres son los primeros que tienen que ponerse las pilas y exigirle a sus hijos en vez de dejarlo todo a la escuela”, dice la doctora Erika Ruiz, co-autora del estudio.

Ruiz y su equipo analizaron datos de más de 11,000 niños en edades comprendidas entre los 12 y 17 años. Los investigadores encontraron que el 24% de los niños cuyos padres no exigían nada de ellos eran flojos, en comparación con el 14% de los niños cuyos padres exigían bastante.

“Los padres tienden a pensar que si dejan todo a la escuela, sus hijos van a ser más inteligentes o van a tener mejores notas, pero eso no siempre es así”, dice Ruiz.

Aunque el estudio se realizó en México, las conclusiones son válidas para otros países. Los padres de todo el mundo necesitan tomar conciencia de esta situación y exigir más a sus hijos.

¿Cómo modificar los malos hábitos de la Generación F o Niños flojos?

Para cambiar esta tendencia, los padres deben:

– Establecer reglas claras y exigentes para sus hijos.

– Ayudarles a estudiar para las pruebas y exámenes.

– Enseñarles a ser responsables. Pequeñas responsabilidades poco a poco que aprendan cómo es realmente la vida.

– Motivarlos a participar en actividades extracurriculares.

– Reprenderlos cuando no cumplen con sus obligaciones y evitar consentirlos.

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