La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más dolorosas que puede atravesar una persona. En esos momentos, muchos optan por conservar objetos que pertenecieron a la persona fallecida como una forma de mantener viva su memoria.
Sin embargo, esta decisión puede no ser siempre la más saludable para tu bienestar emocional.
¿Por qué conservamos objetos de alguien que ha fallecido?
Guardar pertenencias de un ser querido puede brindar consuelo en los primeros momentos de la pérdida. Estos objetos representan recuerdos, momentos compartidos, y un vínculo emocional que parece difícil de romper.
Sin embargo, con el paso del tiempo, estas pertenencias pueden convertirse en un ancla que dificulte el proceso natural de duelo. La constante presencia de estos objetos puede reavivar el dolor y hacer que la persona no avance en su recuperación emocional.
Índice
Razones para no guardar objetos de alguien que ya falleció
- Permite el avance del duelo: Al retener pertenencias de alguien que ha fallecido, podemos obstaculizar el avance natural del duelo. En lugar de afrontar y procesar la pérdida, corremos el riesgo de quedar atrapados en un ciclo de sufrimiento y melancolía cada vez que interactuamos con esos objetos.
- Facilita la asimilación: Al liberar los objetos que estaban vinculados a la persona fallecida, damos un paso significativo hacia la asimilación de su ausencia. Esto nos ayuda a comenzar el proceso de sanación y a seguir adelante con nuestras vidas.
- Fomenta el autocuidado emocional: Conservar las pertenencias de alguien que falleció puede provocar reacciones emocionales intensas cada vez que las vemos. Al desprendernos de estos objetos, estamos priorizando nuestra salud mental y emocional.
- Evita la sobreidealización: A veces, tendemos a idealizar a las personas que han fallecido, especialmente cuando guardamos sus pertenencias. Esto puede impedirnos ver la relación con objetividad, incluyendo tanto sus aspectos positivos como los negativos.
- Genera espacio para nuevas vivencias: Al liberar nuestro entorno de objetos relacionados con la persona fallecida, abrimos espacio para nuevas vivencias y conexiones. Dejar atrás el pasado nos permite abrirnos a un futuro lleno de nuevas oportunidades.
Consejos adicionales:
- Comienza poco a poco: No es necesario que te deshagas de todo de golpe. Puedes empezar seleccionando algunos objetos que ya no te generen un vínculo tan fuerte, dejando otros para más adelante.
- Hazlo de manera simbólica: Puedes realizar un pequeño ritual para despedirte de esos objetos, honrando la memoria de tu ser querido de una manera simbólica. Esto puede darte una sensación de cierre.
- Comparte con otros familiares: Si te resulta difícil deshacerte de ciertos objetos, quizás haya otros familiares o amigos cercanos que deseen conservarlos. De esta manera, distribuyes el peso emocional y permites que otras personas también conserven recuerdos.
- Busca ayuda profesional: Si te resulta abrumador tomar esta decisión por ti mismo, considera la posibilidad de buscar apoyo de un terapeuta o consejero especializado en el duelo. Ellos pueden ayudarte a gestionar tus emociones y a entender cuándo es el momento adecuado para seguir adelante.
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