Historia de Florencio Molina Campos

Historia de Florencio Molina Campos

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Cuando terminaba el invierno, más precisamente a fines del mes de agosto, nace en San Nicolás, provincia de Buenos Aires Florencio de los Ángeles Molina Campos, en el año 1891. Pasaría a la historia como Florencio Molina Campos, el gran dibujante de las costumbres del campo argentino.

Hijo de Florencio Molina Salas y Josefina Campos y Campos, Florencio pasó su vida entre el campo y la ciudad. A pesar de pertenecer a una familia de tradición castrense nunca tuvo intención de ingresar en el ejército.

El dibujo fue uno de los pasatiempos de la infancia que lo acompañó hasta la muerte. En los primeros años lo hacía por diversión y esparcimiento mientras pasaba tardes enteras en la estancia paterna “Los Ángeles” del Tuyú, Buenos Aires y luego en otra que arrendara la familia para vacaciones en Chajarí, Entre Ríos.

Cuando muere su padre, en 1907, Florencio tiene que buscarse el sustento y decide probar suerte trabajando en la Sociedad Rural Argentina y como empleado público en Obras Públicas. El trabajo no le gusta, el tedio es superlativo y abandona para intentar más tarde con otras tareas pero no logra satisfacción y fracasa.

Durante 1920 contrae matrimonio con María Hortensia Palacios Avellaneda, con quien va a tener a su única hija, Hortensia.

A los 35 años, en 1926,  tras la insistencia de sus amigos, decide exponer sus dibujos y lo hace a lo grande en el galpón central de la Sociedad Rural.  En ese momento el presidente era Marcelo T. Alvear, quien visitó la exposición y se llevó dos ilustraciones de Molina Campos.

Su carrera como ilustrador despegó y se elevó hasta el cielo. Un año después inaugura una nueva exposición en Mar del Plata en donde conocerá a la mujer con quien se va a casar por segunda vez, María Elvira Ponce. Continúa dibujando y se hace cargo de pintar los clásicos almanaques de la Fabrica Argentina de Alpargatas.

Pero ahí no termina la cosa. Entre los sus adeptos se encontraba el caricaturista estadounidense Walt Disney que lo contrata para que lo asesore en sus películas. La relación laboral con Disney duró poco, a nuestro dibujante no le convenció el trato dado en el norte y volvió al país.

Sus tan característicos dibujos acompañaron grandes obras literarias de la Argentina como el Fausto de Estanislao del Campo, sus almanaques son inconfundibles, y su reconocimiento se traduce en esa estampa de las costumbres del gaucho que tomó miles de formas en las imágenes que componía.

Florencio Molina Campos falleció el 16 de noviembre de 1959 en su ciudad natal.

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