El truco para saber si te han puesto los litros de combustible por los que has pagado

Se calcula que el conductor promedio utiliza 167,85 litros año al año, por lo que es esencial asegurarse de que los surtidores de las estaciones de servicio suministran el combustible que dicen suministrar.

De vez en cuando oímos noticias de fraudes en algunas estaciones de servicio en las que se manipulaban los surtidores para dar menos combustible del indicado y, al mismo tiempo, cobrar a los clientes el mismo precio.

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Para asegurarte de que esto no ocurra, aquí tienes un truco que puedes utilizar.

Pagar por nuestro combustible justamente

Como la preocupación por el precio va en aumento, la gente se pregunta a menudo si está recibiendo la cantidad correcta de combustible por lo que paga.

Para solucionarlo, Easygas explica que cuando una empresa compra un surtidor de combustible, éste se envía de fábrica precintado y verificado para garantizar que no puede ser manipulado.

De este modo, los clientes pueden confiar en que no se están aprovechando de su dinero.

A pesar de que no todas las empresas respetan la normativa e intentan obtener un beneficio, como demuestran «los casos conocidos en los que se ha cortado el precinto para cambiar el contador y luego se ha vuelto a poner en funcionamiento», es importante saber utilizarlo correctamente.

La prueba de la probeta

Cuando vamos a las gasolineras, tenemos que confiar en que los litros de combustible que hemos pagado salgan realmente del surtidor.

No podemos comprobarlo como cuando compras en un supermercado, donde puedes ver y tocar los productos antes de llevártelos.

Esto es lo que se conoce como prueba de la probeta, que está a disposición de cualquier cliente según la ley.

El proceso consiste en fijar una cantidad de litros en el surtidor y luego llenar una probeta regulada para verificar si la cantidad seleccionada coincide con lo que se dispensa.

La probeta es un matraz de boca ancha que indica la cantidad exacta de 10 litros. Por encima y por debajo de esta marca, los números indican el exceso o la falta de líquido.

El proceso para comprobar la precisión es sencillo: utiliza una manguera para introducir la gasolina y espera a que se asiente antes de comprobar si la cifra de la bomba coincide con la indicada en la probeta.

No hay variaciones

El nivel de variación de la cantidad de combustible dispensado debe estar dentro del 0,5%.

Las gasolineras que superen este límite pueden ser denunciadas y, como consecuencia, corren el riesgo de ser multadas o incluso cerradas.

Cuando se establece una gasolinera, los surtidores se instalan con una calibración precisa y se precintan para evitar manipulaciones; si alguien rompiera estos precintos en un intento de reducir la cantidad de combustible dispensado, se detectaría fácilmente durante las inspecciones periódicas.

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