Comprenda por qué está mal lavar el arroz antes de cocinarlo

El arroz nos aporta muchos nutrientes, es una fuente de potasio, hierro, magnesio y diversas vitaminas, entre otros beneficios.

De hecho, el arroz le aporta a nuestras comidas un sabor especial y se convierte en un verdadero complemento para nuestros platos.

Sin embargo, algunos lavan el arroz  antes de cocinarlo por ser una costumbre heredada de  nuestras abuelas. Una práctica que debe abandonarse de inmediato, simplemente por no ser necesario.

La costumbre de hacer este procedimiento se debe a que en años anteriores, cuando se procesaba el arroz blanco, éste se cubría con talco para que tuviera una apariencia más clara y pulcra. Debido a esto, muchos se veían en la obligación de lavar bien el arroz para poder cocinarlo y luego consumirlo.

Según un experto italiano dio su opinión al respecto, que no hay que lavarlo porque el secreto para preparar un risotto perfecto es mantener todo el almidón que contiene para lograr una textura cremosa.

Otro ejemplo, es para preparar un tradicional arroz con leche de postre o un budín que requiera cremosidad.

Por qué está mal lavar el arroz antes de cocinarlo

En primer lugar, debemos entender que el arroz es un alimento no perecedero, por lo cual las bacterias lo elijen como ambiente preferido. Y aunque así lo fuera, la alta temperatura al cocinarlo eliminará cualquier microorganismo presente en el grano de arroz.

Precisamente se debe tomar en cuenta que el arroz es un alimento repleto de almidón, sustancia que en ocasiones puede jugar en contra de las aspiraciones del cocinero. Al pasar los granos de arroz por un colador y abundante agua, éste desprende la capa de almidón que lo recubre y como resultado, su comportamiento durante el tiempo de cocinado no será el mismo.

Otro punto a considerar es que no todos los tipos de arroz tienen la misma cantidad de almidón. Aquellos de grano mediano o largo, tienen una cantidad de almidón moderada que sirve para los arroces secos.

Por otro lado, los de grano corto  tienen muchísimo más almidón y como son los ideales para preparar risotto, no debemos enjuagarlos, es requisito indispensable.

Por eso el arroz blanco pulido no necesita ser lavado, porque pierde sus nutrientes al ser barrido por el agua. El arroz al ser lavado se convierte en un estado muy pegajoso al estar cocinado.

Por ejemplo, con respecto al arroz integral el lavado impacta menos los nutrientes. Debido a que el grano está empaquetado en su capa protectora, pierde menos vitaminas y minerales cuando se lava.

Por lo que debemos entender que este supuesto polvo blanco, que el agua va a barrer al lavar el arroz no se trata de suciedad ni de productos químicos, ni nada para preocuparse. Simplemente se trata del arroz mismo y sus componentes.