Los calditos de pollo caseros son un tesoro en la cocina. Agregar un cubito a tus preparaciones es como inyectarles una explosión de sabor. Ya sea para darle vida a una sopa simple, realzar un guiso o mejorar cualquier platillo, estos calditos son la clave.
Lo mejor de todo es que puedes hacerlos tú mismo con ingredientes frescos y naturales. Así que, prepárate para elevar tus recetas y hacer que tus sopas sean las más ricas que hayas probado. Al final del artículo, ¡encontrarás el video de esta fabulosa receta!
Cómo preparar Calditos de pollo caseros
Prepara estos deliciosos calditos y dale sabor a todas tus comidas, vas a necesitar:
Ingredientes:
-180 g de Pollo
-2 Cebollas pequeñas (aproximadamente 180 g)
-400 g de Zanahorias peladas
-100 g de Apio
-80 g de Puerros
-3 dientes de Ajo
-Hojas frescas de Acelga
-80 a 100 ml de Agua
-50 a 80 g de Sal
-1 cucharadita de Cúrcuma (o al gusto)
-Perejil fresco picado
Preparación:
- Comienza picando las cebollas en trozos no muy finos. Luego, en una sartén, agrega un poco de aceite y caliéntalo.
- Una vez caliente el aceite, añade las cebollas y el pollo. Revuelve y cocina a fuego moderado hasta que el pollo esté cocido. Esto generalmente lleva de 3 a 4 minutos.
- Añade las zanahorias peladas, el apio, los puerros, y los dientes de ajo a la sartén. Remueve bien.
- Vierte unos 80 ml de agua en la sartén para evitar que las verduras se peguen en el fondo.
- Cubre la sartén y cocina a fuego lento durante aproximadamente 10 minutos. Si es necesario, reduce la temperatura y revuelve ocasionalmente.
- Luego de cocinar, coloca las verduras y el pollo en una licuadora y procesa hasta obtener una textura cremosa. Agrega hojas de perejil picado y mezcla.
- Añade 50 g de sal (o más según tu preferencia) y una cucharadita de cúrcuma. Si la licuadora no ha dividido completamente las verduras, no te preocupes, esto agregará una textura rica a tu caldito.
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Congelación de los Calditos:
- Cubre una bandeja con film transparente y transfiere la mezcla. Extiéndela, compactándola ligeramente. Luego, coloca la bandeja en el congelador para que se endurezca.
- Una vez congelada, corta la mezcla en cubos. Envuelve cada cubito en papel de aluminio (o utiliza papel pergamino o film transparente si prefieres).
- Guarda los cubitos de caldo en una bolsa hermética o en una caja al vacío en el congelador.
Cuando estés listo para usarlos, simplemente agrega uno o dos cubitos a tus sopas, guisos o platos. Disfrutarás de un sabor casero y auténtico en cada bocado.
Si te ha quedado alguna duda de esta receta, te invitamos a ver el video hecho por Uradi Sama- Ideje za kreativce:
