Esta receta es una de mis favoritas por 3 sencillas razones. La primera es que son muy fáciles de hacer, la segunda es que son riquísimas y la tercera es que solo requieren de 3 ingredientes.
Además están buenísimas para acompañarte en cualquier momento del día. Ya sea para en el almuerzo, en los mates de la tarde e incluso para una cena.
Si sos fanático/a de lo salado, una vez que pruebes esta receta no vas a comprar mas esos bizcochos de supermercado que no sabemos que están hechos.
Para estos ricos bizcochos vamos a necesitar:
Ingredientes
250 gr. de Harina 000
150 gr. de Manteca
30 gr. de Crema de Cebolla
Yema de un Huevo (opcional)
Orégano (opcional)
Preparación
Para empezar vamos agarrando un bol y ponemos tanto la harina como la crema de cebolla, mezclamos un poco y vamos agregando la manteca en cubitos.
Vamos integrando la harina con la manteca, ayudándonos con la yema de los dedos y seguir haciendo eso hasta tener una masa algo quebradiza.
Es importante no unir la masa, ni amasarla y tampoco manipularla por un tiempo prolongado. Ahora solo falta sacar pequeñas porciones de masa y hacerlas un bollito.
Siempre tratando de que estén bien parejas. Despues vamos a pintarlas todas con una yema de huevo y espolvoreamos orégano.
Cuando lo colocas en la placa, vamos dejandoles un espacio de 2 cm por cada una. Luego de hacer todas la mandamos al horno a unos 200ºC por unos 15 a 20 minutos.
Ese es el tiempo aproximado pero una vez que estén bien doradas ya las podes sacar y dejarla que se temple por unos 10 minutos.
Y listo, ya estaría nuestro ricos bizcochos para poder disfrutarlo con la familia. Una vez que domines esta receta es lo mejor que hay, sobretodo cuando sepas que ingrediente le hace falta o que ingredientes hay que modificar para que salgan a tu gusto.