¿Se puede freezar la berenjena cruda? Esta es la mejor manera de hacerlo

La berenjena es un vegetal versátil y delicioso que se presta a una amplia variedad de platos, desde lasaña de berenjena hasta berenjenas rellenas y más. Sin embargo, a veces nos encontramos con un excedente de berenjenas frescas y nos preguntamos si es posible congelarlas para su uso futuro. La respuesta es sí, ¡se puede congelar la berenjena cruda! Pero, ¿cuál es la mejor manera de hacerlo para mantener su sabor y textura?

Lo primero que debes tener en cuenta es que la berenjena contiene mucha agua, lo que puede hacer que se vuelva blanda y aguada al descongelarse si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, es importante seguir algunos pasos para congelar la berenjena cruda de la manera más efectiva posible.

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Lavado y Preparación

Antes de congelar, lava bien las berenjenas y sécalas con cuidado. Luego, retira el tallo y corta las berenjenas en rodajas o cubos del tamaño deseado. Si lo prefieres, también puedes cortarlas en tiras o en rodajas más delgadas para adaptarse a diferentes recetas.

Escaldado (Opcional)

Algunas personas optan por escaldar las rodajas de berenjena en agua hirviendo durante uno o dos minutos antes de congelarlas. Esto puede ayudar a preservar su color y textura, aunque es opcional. Si decides escaldarlas, asegúrate de enfriarlas rápidamente en agua fría después de retirarlas del agua hirviendo.

Congelación

Coloca las rodajas de berenjena en una bandeja para hornear o una bandeja plana, asegurándote de que estén separadas y no se toquen entre sí. Esto ayudará a evitar que se peguen cuando se congelen. Si has optado por escaldarlas, asegúrate de que estén completamente secas antes de colocarlas en la bandeja para congelar.

Congelación en bandeja

Una vez que las rodajas estén dispuestas en la bandeja, colócala en el congelador y congela las berenjenas durante unas horas, o hasta que estén completamente congeladas y firmes.

Transferencia a Bolsas o Recipientes

Una vez que las rodajas de berenjena estén congeladas, retíralas del congelador y transfiérelas a bolsas de congelación o recipientes herméticos. Etiqueta las bolsas o recipientes con la fecha de congelación para que puedas controlar cuánto tiempo han estado en el congelador.

Al seguir estos pasos, podrás congelar la berenjena cruda de manera efectiva y disfrutarla en tus comidas favoritas durante meses.

Ya sea que estés preparando un guiso de berenjena, una salsa o simplemente asándola para acompañar tus platos, tener berenjena congelada a mano te ahorrará tiempo en la cocina y te permitirá disfrutar de este delicioso vegetal en cualquier momento. ¡A congelar se ha dicho!