Aunque muchos conductores los ignoran, estos marcadores cumplen una función importante en la estabilidad y seguridad del vehículo.
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A continuación, te explicamos su significado y por qué deberías prestarles atención.
El punto rojo: clave para el equilibrio
El punto rojo en un neumático indica la zona más alta o el punto de mayor variación en la circunferencia.
Para un montaje adecuado, los técnicos lo alinean con el punto más bajo de la llanta, asegurando así un equilibrio óptimo.
Un neumático bien equilibrado reduce vibraciones, mejora la estabilidad del auto y prolonga la vida útil de los neumáticos.
El punto amarillo: la zona más liviana
El punto amarillo marca la parte más liviana del neumático. Se recomienda colocarlo cerca de la válvula, ya que esta agrega peso extra.
De esta forma, se compensa el peso y se minimizan las vibraciones al conducir.
Sin embargo, si un neumático tiene tanto un punto rojo como un amarillo, la prioridad en el montaje es el rojo para garantizar un equilibrio perfecto.
¿Y el punto blanco?
Algunas marcas agregan un punto blanco, pero su función varía según el fabricante.
Puede indicar características específicas del neumático, pero no influye en su equilibrio de la misma manera que los puntos rojo y amarillo.
La importancia del equilibrio en los neumáticos
Un neumático mal equilibrado puede generar vibraciones en el volante, desgaste irregular y hasta un mayor consumo de combustible.
Factores como la presión inadecuada o los impactos con baches pueden afectar su balance, por lo que es fundamental realizar controles periódicos.
Consejos para el mantenimiento de los neumáticos
- Verificar la presión al menos una vez al mes.
- Rotar los neumáticos cada 8.000 km para un desgaste uniforme.
- Realizar el balanceo si notas vibraciones o ruidos extraños.
Pequeños detalles, gran seguridad
Conocer el significado de estos puntos en los neumáticos te permite cuidar mejor tu vehículo, mejorar la seguridad y garantizar una conducción más cómoda.
Un simple detalle técnico puede marcar la diferencia en la vida útil de tus neumáticos y en la estabilidad de tu auto.