Nada como un buen huevo cocido: nutritivo, versátil y delicioso. Pero, ¿sabías que existe un truco para que la yema quede de un color amarillo parejo y con una textura más suave?
Este método casero transforma el clásico huevo duro en una experiencia gourmet. Y lo mejor: solo necesitás un vaso, agua y un poco de paciencia. A continuación, te contamos cómo lograrlo paso a paso.
Paso a paso: el truco del huevo en el vaso
1. Elegí un huevo entero y con cáscara resistente
Asegurate de que esté fresco y sin grietas. La cáscara debe estar intacta para que el truco funcione correctamente.
2. Colocá el huevo en un vaso o taza resistente al calor
Poné el huevo dentro de un vaso pequeño o una taza de cerámica que pueda soportar el calor. La punta del huevo debe quedar hacia arriba.
3. Hacé un pequeño agujero en la parte superior del huevo
Con la punta de un cuchillo fino, una aguja o un alfiler grueso, perforá cuidadosamente la cáscara del huevo justo en la parte más puntiaguda. El agujero debe ser pequeño, lo justo para insertar un palillo.
4. Mezclá el interior del huevo suavemente
Introducí un palillo o mondadientes por el agujero y realizá movimientos circulares suaves para mezclar la clara con la yema dentro del mismo huevo. No lo agites con fuerza para evitar romper la cáscara por dentro.
5. Poné el vaso con el huevo en una olla y agregá agua
Ubicá el vaso dentro de una cacerola. Luego, llená la olla con agua caliente hasta que el nivel del agua cubra completamente el huevo, pero sin tapar el agujero. Esa parte debe quedar apenas por encima del agua para que salga el vapor.
6. Herví durante 8 minutos
Encendé el fuego y dejá que el agua hierva suavemente durante unos 8 minutos. Eso bastará para que el huevo quede bien cocido y con la textura ideal.
7. Retirá el vaso, dejá enfriar y pelá el huevo
Con mucho cuidado, retiralo del agua caliente, dejalo reposar unos minutos y luego pelalo. Notarás que el interior tiene un color amarillo uniforme, como si hubieras cocinado un huevo batido dentro de su cáscara.
Consejos útiles para un mejor resultado
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Usá huevos a temperatura ambiente para evitar que se agrieten con el calor.
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No agrandés demasiado el agujero o el contenido puede derramarse.
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Agregá sal al agua si querés un toque de sabor extra.
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Dejá reposar en agua fría con vinagre después de la cocción si querés una textura aún más suave.
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Probalo con huevos de granja para un sabor más natural y nutritivo.