Si estás buscando un postre ligero, sabroso y adecuado para una dieta controlada, el pastel frío de leche podría ser la solución perfecta.
Con ingredientes como maicena, vainillina, leche y un edulcorante alternativo al azúcar, puedes disfrutar de un delicioso postre sin remordimientos.
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Este pastel es fresco, cremoso y satisfará tu antojo de dulces sin comprometer tus objetivos alimentarios, ya que es realmente bajo en calorías.
Índice
Ingredientes
- 1 litro de leche desnatada o baja en grasa
- 100 g de maicena
- 1 sobre de vainillina
- 40 g de edulcorante en polvo (si prefieres azúcar, utiliza aproximadamente 60 gramos)
Procedimiento
- En una cacerola, vierte la leche y añade la maicena tamizada, mezclando bien con un batidor para evitar grumos.
- Asegúrate de que la maicena esté completamente disuelta en la leche.
- Agrega la vainillina para aromatizar la crema.
- Lleva la cacerola a fuego medio y continúa mezclando hasta que la crema comience a espesar.
- Una vez que la crema haya alcanzado la consistencia deseada (debe ser espesa pero fluida), apaga el fuego y deja enfriar.
- Cuando la crema esté tibia, añade el edulcorante a gusto y mezcla bien. Prueba para ajustar el nivel de dulzura según tu preferencia, recuerda que los edulcorantes pueden ser más intensos que el azúcar, así que añade gradualmente y prueba de vez en cuando.
- Vierte la mitad de la crema en un molde para pastel forrado con film transparente. Alisa la crema con el dorso de una cuchara para crear una capa uniforme.
- Cubre con otra capa de film transparente y coloca en el refrigerador durante al menos 2 horas o hasta que la crema esté completamente solidificada.
- Una vez que la primera mitad del pastel de leche se haya solidificado, vierte suavemente el resto de la crema sobre ella y alisa con cuidado. Vuelve a colocar en el refrigerador durante al menos otras 2 horas o hasta que el pastel esté completamente solidificado.
- Cuando estés listo para servir, desmolda el pastel del molde y decora a gusto con frutas frescas, virutas de chocolate negro o una pizca de cacao amargo.
Consejos y Variantes:
- Puedes enriquecer tu pastel frío de leche añadiendo capas de galletas integrales desmenuzadas entre una capa y otra de crema, lo que añadirá una agradable textura crujiente a tu pastel.
- Para un toque extra de frescura, puedes añadir unas gotas de jugo de limón o ralladura de limón a la crema de leche antes de verterla en el molde.
- Si prefieres una consistencia más densa, puedes sustituir parte de la leche con yogur griego bajo en grasa.
Con esta receta simple y ligera, puedes disfrutar del delicioso sabor de un pastel sin remordimientos.
Perfecto para aquellos que están a dieta pero no quieren renunciar al placer de un postre refrescante y sabroso.