Saltar al contenido

Pan de ajo sin amasado: ¡una receta que siempre sale bien!

Si querés preparar pan casero pero no tenés tiempo (ni ganas) de amasar, esta receta es ideal para vos. El pan de ajo sin amasado combina lo mejor de dos mundos: la practicidad de una preparación simple y el sabor irresistible del ajo y las hierbas. Solo necesitás unos minutos para mezclar los ingredientes y dejar que la levadura haga su trabajo.

El resultado es un pan esponjoso por dentro, con una corteza crocante y ese aroma inconfundible que llena toda la casa. No te lo pierdas, ¡es muy sabroso!

Índice

    Cómo preparar Pan de ajo sin amasar

    ¿Qué vas a necesitar?

    • 3 tazas de harina de trigo

    • 2 ½ cucharaditas de levadura instantánea

    • 1 ½ cucharadita de sal

    • 2 tazas de agua tibia

    • 4-5 dientes de ajo, prensados o picados bien finos

    • 2 cucharadas de aceite de oliva (opcional: aromatizado con hierbas)

    • 1 cucharadita de orégano o romero seco (opcional)

    • Mantequilla o aceite de oliva para engrasar el molde

    Procedimiento paso a paso

    1. Mezclar los ingredientes secos:
      En un bol grande, colocá la harina, la levadura, la sal y las hierbas secas si vas a usarlas. Mezclá con una cuchara.

    2. Agregar los líquidos:
      Incorporá el agua tibia, el ajo prensado y el aceite de oliva. Revolvé bien con una cuchara o espátula de madera hasta integrar todo. No hace falta amasar; solo asegurate de que no queden partes secas.

    3. Reposo prolongado:
      Tapá el bol con un film o repasador limpio y dejalo reposar a temperatura ambiente entre 8 y 12 horas. Lo ideal es hacerlo a la noche para hornearlo al día siguiente. La masa va a crecer bastante y tendrá burbujas.

    4. Preparar el molde:
      Engrasá bien un molde para pan (tipo budinera) con manteca o aceite. Si querés, podés espolvorear un poco de harina o sémola en el fondo.

    5. Verter la masa:
      Volcá la masa en el molde. Si está muy aireada, hacelo con cuidado para no desinflarla. No hace falta estirarla ni darle forma.

    6. Segundo levado corto:
      Dejá reposar otros 30 a 45 minutos mientras precalentás el horno a 200 °C.

    7. Hornear:
      Llevá al horno durante 35 a 40 minutos o hasta que la superficie esté dorada y al golpearlo suene hueco. Si querés una corteza más crujiente, poné un recipiente con agua en el fondo del horno durante los primeros 15 minutos.

    8. Enfriar:
      Retirá del horno y dejá enfriar unos minutos antes de desmoldar. Enfriar completamente sobre una rejilla para que la base no se humedezca.

    Tips y consejos

    • Más sabor: Podés mezclar un poco de queso rallado en la masa o espolvorear la superficie con ajo en polvo antes de hornear.

    • Ajo cocido: Si el ajo crudo te resulta fuerte, saltealo brevemente con el aceite antes de mezclarlo a la masa.

    • No te saltees el reposo: El levado largo es lo que le da esa textura aireada sin necesidad de amasar.

    • Conservación: Guardalo envuelto en un repasador o en una bolsa de papel. Si lo congelás, cortalo en porciones para calentar solo lo que vas a comer.

    Entradas relacionadas

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *