Si te apasiona el cuidado de las plantas, debes saber que algunas señales extrañas en hojas o tierra no son solo detalles inofensivos. Pueden ser indicios de plagas, hongos o problemas serios que, si no se abordan a tiempo, pueden afectar no solo a una planta, sino a toda tu colección.
Aquí te explicamos 5 señales que nunca deberías tocar y qué hacer en cada caso.
1. Manchas blancas como algodón o residuos pegajosos
Qué puede ser:
Estos síntomas suelen indicar la presencia de cochinillas algodonosas o cochinillas escamosas. Las primeras se ven como pelusas blancas, mientras que las segundas se manifiestan como pequeños bultos marrones y duros. Suelen chupar la savia de las plantas y dejan un residuo pegajoso conocido como melaza, que a su vez puede favorecer la aparición del hongo fumagina negra.
Por qué no debes tocarlas:
Aunque no son peligrosas para los humanos, tocarlas puede esparcirlas a otras plantas con facilidad. Además, la melaza es incómoda y difícil de quitar.
Qué hacer:
Aísla la planta. Elimina las plagas con un hisopo mojado en alcohol o rocía con una solución de aceite de neem o un insecticida especial para plantas de interior.
2. Puntos pequeños que se mueven o redes diminutas
Qué puede ser:
Probablemente se trate de ácaros, pulgones o trips. Los ácaros tejen finas telarañas, los pulgones suelen aparecer en grupos y pueden ser verdes, negros o marrones, mientras que los trips son muy pequeños, alargados y negros.
Por qué no debes tocarlos:
Se propagan fácilmente. Al tocarlos y luego manipular otra planta, puedes provocar una infestación general.
Qué hacer:
Lava la planta con agua, aplica una solución jabonosa, usa aceite de neem o, en casos severos, un insecticida adecuado.
3. Puntos negros brillantes en hojas o tierra
Qué puede ser:
Podrían ser huevos de plagas como los ácaros, o excrementos de larvas de mosca del sustrato u orugas.
Por qué no debes tocarlos:
Aunque pequeños, estos restos también pueden ayudar a propagar plagas. Además, son poco higiénicos.
Qué hacer:
Limpia las hojas con cuidado. Si los residuos reaparecen, busca y elimina la plaga principal.
4. Formación de hongos o moho extraño
Qué puede ser:
Señales de moho, mildiu polvoriento o hongos diversos. Pueden desarrollarse por exceso de humedad o mala ventilación.
Por qué no debes tocarlos:
Aunque muchos hongos no afectan directamente a las personas, algunos pueden provocar alergias o irritaciones, y sus esporas pueden contaminar otras plantas.
Qué hacer:
Elimina las partes afectadas, mejora la circulación de aire, evita el exceso de riego y, si es necesario, aplica un fungicida.
5. Cristales o residuos blancos sobre la tierra o las hojas
Qué puede ser:
Se trata de depósitos de sal provenientes del agua de riego o de restos de fertilizantes.
Por qué no debes tocarlos:
No son peligrosos, pero pueden ser molestos al tacto y son un indicio de que algo no está bien: uso excesivo de fertilizantes, agua muy calcárea o mal drenaje.
Qué hacer:
Riega con agua destilada o lava el sustrato con abundante agua para eliminar las sales. Considera usar un filtro para el agua de riego.
¡Estas señales son alertas silenciosas que indican que tu planta necesita atención. Observar sin tocar y actuar con conocimiento puede marcar la diferencia entre una planta enferma y un jardín saludable!