La Laguna del Bebedero esta ubicada en la zona de Balde, una localidad que pertenece al Departamento de Pueyrredón y a 30 km. de la ciudad de San Luis, una provincia llena de historias y leyendas. De hecho, sus antiguos habitantes recuerdan la presencia de diferentes misterios sobrenaturales.
Sus Misterios
Esta laguna era inmensamente grande, se podría comparar a lo imponente del mar. Pero con el tiempo se fue secando hasta convertirse en una colosal salina donde los niños y los grandes buscaban la sal en sus árganas, especialmente los chicos lo hacían antes de que caigan la tarde por temor a la laguna y las historias que se contaban sobre ella.
Según se relataba sobre esta laguna, allí quedó una ciudad pérdida por castigo. Por ejemplo, había ciertos aparecimientos a la orilla de la laguna son los siguientes:
- Tomaba presencia el Toro de aspas de oro y una Vaca de aspas de oro, animales monstruosos y ambos muy feroces que inspiraban terror a quienes lo veían. Este toro negro parecía el rey de la hacienda porque se paseaba en medio de las vacas y su dueño rico se multiplicaba de miles en miles, sin embargo cuando muere este hacendado el toro encantado desapareció y todo lo que había en la hacienda desaparece misteriosamente. Se decía que todos los animales se tiraban a la laguna sin razón alguna.
- También se cuenta sobre una sirena de cabellera rubia que se peinaba en la oscuridad de la noche con un llamativo peine de oro, muy seductora se ríe y habla llamando a los jóvenes que caen en su trampa. Quienes lo hacían, no regresaban jamás.
- En el sector sur de la laguna donde es más profunda, se sabía escuchar la bella voz de esta sirena que invitaba a los curiosos a acercarse. Muchos hablaban del encanto de su voz, pero se recomendaba a los más jóvenes que no se acercaran por temor a no salir jamás de allí.
- Otro de los misterios cuenta del zumbido de las diabólicas «Luces malas».
Historias misteriosas como las mencionadas anteriormente y otras, abundan por los lugareños que narraban estas presencias fantasmales y que muchos aseguraban haberlas visto con sus propios ojos.
Toda esta zona esta ocupada actualmente por las Salinas del Bebedero, y tuvo una gran cantidad de agua en diferentes oportunidades hasta inicios del siglo XX, formando un lago de diferentes dimensiones en cada oportunidad.
Santiago Avendaño, quien fue capturado por ranqueles, cuenta que al huir los indios allá por 1847, la laguna del Bebedero tenía mucha agua muy salobre.
No obstante, con el paso del tiempo, esta laguna se secó y hoy solo se aprovecha su sal para la industria…
