Mantequilla de maní casera ¡ideal para tus recetas!

La mantequilla de maní casera es un ingrediente versátil y delicioso que puedes agregar a una variedad de recetas, desde postres hasta platos salados.

Además de ser deliciosa, es una excelente fuente de proteínas y grasas saludables. Aprender a hacer tu propia mantequilla de maní en casa te permite controlar los ingredientes y personalizar su sabor según tus preferencias.

En esta guía, te mostraremos cómo hacer fácilmente mantequilla de maní casera, perfecta para disfrutar en tus platos favoritos.

¡Descubre lo sencillo que es y sorpréndete con el resultado final!

Ingredientes

  • 500 gr de Maní (puedes elegir con piel o sin piel y tostados)
  •  1/2 taza de Azúcar o miel (opcional)
  • 1/ cdita de Sal

Mira el siguiente vídeo con todo el procedimiento de la receta:

Preparación

Opción 1:

  1. Si los maníes que adquiriste no están pelados ni tostados, colócalos en una bandeja para horno y introdúcelos en un horno precalentado a 180˚C durante aproximadamente 25 minutos o hasta que estén dorados y la cáscara se despegue fácilmente.
  2. Trasládalos a un paño limpio y enróllalo formando un paquete.
  3. Frota vigorosamente para que se desprenda la cáscara.

Opción 2:

  • Si los maníes que adquiriste no tienen cáscara, introdúcelos en el horno precalentado a 180˚C durante solo 10 minutos para tostarlos ligeramente.
  • Paso siguiente, transfiere los maníes a una procesadora.
  • Tritura hasta obtener una pasta.
  • Luego, se añade el azúcar y la sal.
  • Se mezcla por última vez.
  • Para terminar, se conserva la mantequilla de maní en un frasco con tapa en la heladera.

IMPORTANTE: La vida útil de la mantequilla de maní casera, es de 15 días en la heladera o 10 días a temperatura ambiente.

¡Lista para disfrutarla como más nos guste!

CONSEJOS:

Selecciona maníes frescos y de buena calidad: Opta por maníes frescos y de buena calidad para obtener un sabor óptimo en tu mantequilla de maní.

Tuesta los maníes adecuadamente: Tostar ligeramente los maníes antes de procesarlos puede intensificar su sabor. Asegúrate de no sobrecalentarlos para evitar que se quemen.

Controla la consistencia: La mantequilla de maní puede variar en consistencia, desde más cremosa hasta más gruesa, según tus preferencias. Si prefieres una textura más suave, puedes agregar un poco de aceite de maní o aceite de coco durante el procesamiento.

Ajusta el dulzor y la sal: Prueba la mantequilla de maní después de agregar el azúcar y la sal, y ajusta según tu gusto personal. Puedes agregar más azúcar si prefieres un sabor más dulce o ajustar la sal para equilibrar los sabores.

Almacena adecuadamente: Guarda la mantequilla de maní en un frasco hermético en la heladera para mantenerla fresca por más tiempo. Asegúrate de que el frasco esté limpio y seco antes de guardarlo para evitar la formación de moho.

Experimenta con sabores: Si lo deseas, puedes agregar otros ingredientes a tu mantequilla de maní casera, como miel, canela, cacao en polvo o extracto de vainilla, para crear sabores únicos y deliciosos.

¡Anímate a experimentar y encontrar tu combinación favorita!

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