Pero…¿Cuál es la historia exacta de sus palabras convertida en esta zamba tan popular, Alfonsina y el Mar?
Alfonsina, es hija de padres argentinos quienes pasaron una larga temporada en Suiza, donde nace precisamente ella. Luego la familia regresa a la Argentina donde viven con mucha precariedad debido al alcoholismo de su padre y un negocio que no prosperaba, y así pasó su adolescencia y juventud.
Igualmente siguió sus estudios, de hecho ejerció como actriz, como docente de escuela, escribió muchos poemas y fue autora de obras teatrales. Y en medio de todo esto, llevó su vida personal a algunos desordenes y contradicciones de su inclinación sexual que le trajeron ciertas complicaciones de las que nunca quiso aclarar demasiado.
Lo cierto es que se la vinculó con el escritor Horacio Quiroga, quien luego de finalizar su relación con ella, se casó y diez años más tarde se suicidó. Para ella fue importante Quiroga, por lo cual le dedicó un poema a su amado difunto.
Lamentablemente pasaron algunos años y le detectaron cáncer de mama, por lo cual tuvo que someterse a una operación. No paso mucho tiempo y le realizaron otro estudio que no dio con buenos y acertados resultados, esto la sumió en una depresión importante. Tanto le afecto que le cambio su carácter y sus ganas de hacer los tratamientos médicos, abandonando todo se concentro más bien en planificar su final.
Finalmente en 1938 la poeta terminó con su vida en Mar del Plata, arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres. Según la canción que quedo inmortalizada para recordar a Alfonsina, se fue internando lentamente en las aguas del mar hasta desaparecer por completo.
Una zamba compuesta por los argentinos Ariel Ramirez y Félix Luna, publicada por primera vez en el disco de la inolvidable Mercedes Sosa. De esta manera, se recuerda y se rinde homenaje a esta poeta Argentina con un trágico y triste final:
- «Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más.
Un sendero solo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda…» - «Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos calló tu voz…» - «Te vas Alfonsina con tu soledad,
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar…»