Higado encebollado al estilo mexicano ¡Queda riquísimo y no queda amargo!

El hígado es un ingrediente que a muchos, les genera cierto recelo debido a su sabor amargo. Sin embargo, hoy desmitificaremos esa idea y te mostraremos cómo, con el truco ancestral utilizado por las abuelas mexicanas, lograremos que el hígado quede increíblemente sabroso, sin rastro de amargura.

Hígado encebollado muy tierno
Hígado encebollado muy tierno

El secreto radica en sumergir el hígado en leche antes de cocinarlo, lo que ayudará a atenuar su amargor y aportará una suavidad única a cada bocado. Acompañado de la dulzura de la cebolla caramelizada y el sabor inconfundible del ajo, este platillo se convertirá en una experiencia culinaria inigualable.

Cómo preparar Hígado encebollado al estilo mexicano

Con esta receta, lograremos que el hígado se convierta en una auténtica delicia que conquistará tu paladar y el de todos tus comensales. Así que, ¡manos a la obra!

Ingredientes:

-500 gramos de Hígado (puede ser de res o pollo, según tu preferencia)
-1 cebolla grande
-2 dientes de ajo
-1 cubito de caldo (pollo o carne)
-1 cucharada de aceite (preferiblemente aceite vegetal)

Preparación:

Paso 1: Marinado en leche

  • Corta el hígado en trozos medianos y colócalos en un recipiente hondo. Cubre el hígado con suficiente leche hasta que esté completamente sumergido.
  • Deja reposar esta mezcla en la nevera durante al menos 1 hora, o incluso toda la noche si es posible. El marinado en leche, ayudará a suavizar el sabor y la textura del hígado.

Paso 2: Preparación de los ingredientes

  • Pela y corta la cebolla en rodajas finas.
  • Pica los dientes de ajo en trozos pequeños.

Paso 3: Cocción del hígado

  • Pasado el tiempo de marinado, retira el hígado de la leche y sécalo con papel absorbente para eliminar el exceso de líquido.
  • En una sartén grande, calienta la cucharada de aceite a fuego medio. Agrega los trozos de hígado y cocina por unos 3 minutos de cada lado o hasta que estén dorados y bien cocidos. No es necesario cocinarlo en exceso, ya que el hígado tiende a ponerse duro si se cocina demasiado.

Paso 4: Cebolla caramelizada

  • En la misma sartén donde cocinaste el hígado, agrega un poco más de aceite si es necesario y cocina las rodajas de cebolla a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente. Queremos que la cebolla se caramelice y adquiera un color dorado.
  • Añade los dientes de ajo picados a la cebolla caramelizada y continúa cocinando durante otros 2 minutos para que se incorporen los sabores.

Paso 5: Toque final

  • Desmenuza el cubito de caldo sobre la mezcla de cebolla y ajo, y revuelve bien para que se integren los sabores.
  • Finalmente, incorpora los trozos de hígado a la sartén con la cebolla caramelizada y mezcla todo suavemente.
  • Deja cocinar durante unos 2 minutos más para que los sabores se mezclen a la perfección.

Sirve el Hígado encebollado al estilo mexicano acompañado de arroz, tortillas o una fresca ensalada. ¡Y listo! Estás a punto de disfrutar de una experiencia culinaria que cambiará tu percepción sobre el hígado.

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Con el truco de la leche, logramos un hígado tierno, jugoso y sin rastro de amargura, mientras que la cebolla caramelizada y el ajo le brindan un toque de sofisticación.

¿Cómo elegir hígado fresco?

Elegir un hígado fresco y de buena calidad es fundamental para garantizar el éxito de cualquier receta que lo incluya. Aquí tienes algunos consejos prácticos para seleccionar el mejor hígado fresco:

  • Compra en lugares confiables: Acude a mercados de confianza, carnicerías bien establecidas o supermercados con buena reputación. Estos lugares suelen ofrecer productos de mayor calidad y frescura.
  • Observa el color: El hígado fresco debe tener un color rojo oscuro o marrón brillante, sin manchas verdes, grises o decoloraciones. Un hígado fresco y saludable tendrá un aspecto vibrante y uniforme.
  • Textura y consistencia: La superficie del hígado debe ser suave y firme, sin partes blandas o viscosas. Asegúrate de que no tenga áreas magulladas o con signos de descomposición.
  • Olor: El hígado fresco tiene un aroma suave y agradable, similar al de otras carnes rojas. Evita aquellos que tengan un olor fuerte y desagradable, ya que puede ser señal de deterioro.
  • Origen y calidad de la carne: Si es posible, pregunta al vendedor sobre el origen de la carne y si es de criaderos o granjas de confianza. Opta por productos de calidad, preferiblemente de animales criados en condiciones adecuadas.
  • Elige el tipo de hígado que desees: Puedes encontrar hígado de diferentes animales, como res, pollo, cordero o cerdo. Cada tipo tiene su sabor característico, así que elige el que mejor se adapte a tus preferencias o a la receta que desees preparar.