Estos son los motivos por los cuales sus toallas se ponen duras y menos absorbentes

Como sabemos las toallas son de mucha utilidad y de un uso constante en el hogar, de hecho cuando están perfumadas y muy suaves disfrutamos del contacto con nuestras manos.

Sin embargo, con el paso del tiempo y tantas veces que la utilizamos se van poniendo más ásperas y menos absorbentes. Por esta razón, siempre tratamos de acudir a suavizantes para mejorar la textura de nuestras toallas.

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No obstante esto, hay motivos para que las toallas se pongan de esta forma y lo mejor es que se puede evitar. Nos daremos cuenta de que hay errores que cometemos cuando las lavamos y por ello, debemos aprender a cuidarlas mejor.

A continuación veamos las 4 razones más comunes de por qué las toallas se vuelven ásperas o duras y menos absorbentes:

Razones por los cuales las toallas se ponen más ásperas y menos absorbentes

Conozcamos cuales son las razones:

1. Demasiado jabón en polvo

Muchas veces sucede que podemos confundir el exceso de jabón con una limpieza asegurada de las prendas, lejos de eso, la realidad es que mientras más añadimos jabón se va acumulando en las fibras. Los resultados será todo lo contrario, se irá acumulando la suciedad y se endurecerá el tejido.

¿Qué podemos hacer?

La recomendación es agregar la cantidad de jabón indicada por el fabricante, además si está muy sucia hay que dejarla un poco en remojo antes del lavado habitual.

2. Demasiado suavizante de ropa

Tengamos presente que por mucho que el suavizante deje la ropa súper perfumada y fresca, tampoco podemos excedernos en la cantidad. Al igual que el jabón se irá acumulando en las fibras y especialmente, porque lo dejamos para el último paso del enjuague.

Finalmente, esto endurecerá las fibras y se formara una desagradable dureza poniéndola áspera.

Lo que debemos hacer es usar solo la cantidad sugerida, en caso de excedernos podremos darle una última enjuagada con agua.

 3. Secado al sol

El secado también es fundamental, recordemos que el sol las toallas se arrugan y se resecan. Especialmente si lo colgamos a horas pico y durante mucho tiempo se pueden chamuscar.

La recomendación es elegir un lugar más bien fresco y con algo de sombra para que las toallas se sequen correctamente, las estiramos a cada toalla y le dejamos un espacio entre si para que el secado sea uniforme.

4. Hierro

Así como los rayos del sol hacen que las fibras se arruguen y hasta resequen las fibras, el uso de la plancha es un ataque directo a la suavidad.

De hecho, la plancha amasa las fibras haciéndola menos agradable y más dura al tacto que si se acabará de secar.

Para terminar, el método simple es que no reciba los rayos directo de sol que la quemarán. Solo hay que dejarla que se seque sola a la sombra, una vez que se hay secado, se la dobla y guarda a cada toalla conservando sus fibras.

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