Agregar un resorte a la bisagra de una puerta puede ser la solución perfecta para evitar que la puerta se quede abierta y genere inconvenientes en el hogar. Ya sea que tengas niños pequeños corriendo por la casa o mascotas curiosas que constantemente abren las puertas, mantenerlas cerradas puede ser un desafío.
Pero con este simple truco, podrás mantener la puerta siempre cerrada, ¡evitando accidentes! Si quieres ver el video de este maravilloso truco, mirá el siguiente video deInnovar o inventar que te mostrará como hacerlo:
A continuación te contaremos en detalle este fascinante truco, que te resolverá este gran problema. Tiene solución así que, ¡no te lo pierdas!
Cómo insertar un resorte en la bisagra de la puerta
Para insertar un resorte en la bisagra de una puerta y asegurarte de que siempre esté cerrada, sigue estos sencillos pasos:
- Mide la distancia: Comienza midiendo la distancia entre el centro de la bisagra y el punto donde quieres que la puerta se cierre. Esto te dará la longitud exacta que necesitas para el resorte.
- Corta el resorte: Usa unos alicates para cortar el resorte a la longitud medida. Es importante utilizar gafas protectoras mientras cortas el resorte para evitar cualquier lesión ocular.
- Inserta el resorte: Una vez que hayas cortado el resorte a la longitud adecuada, insértalo en la bisagra de la puerta. Debería encajar perfectamente y proporcionar la fuerza necesaria para cerrar la puerta.
- Adapta la bisagra: Si estás instalando la bisagra en una puerta de aluminio u otro material, asegúrate de marcar y perforar los agujeros con precisión para evitar errores. Utiliza un taladro para hacer los agujeros y asegúrate de que estén alineados correctamente.
- Asegura la bisagra: Una vez que hayas perforado los agujeros, usa remaches para asegurar la bisagra en su lugar. Los remaches garantizarán que la bisagra esté bien sujeta y que la puerta se cierre correctamente cada vez.
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Con este sencillo truco, podrás mantener la puerta siempre cerrada, ¡sin importar las circunstancias! No más puertas abiertas causando corrientes de aire indeseadas o permitiendo que las mascotas se escapen. ¡Así que atrévete a probar este consejo y disfruta de una puerta que siempre se mantendrá cerrada cuando lo necesites!
