Esta es la razón por la que hay que mojar los frutos secos antes de comerlos

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas prefieren remojar los frutos secos antes de consumirlos? La práctica de remojar frutos secos como nueces, almendras, avellanas o nueces de macadamia antes de comerlas tiene una razón que va más allá del simple gusto.

En esta articulo, exploraremos los beneficios y razones detrás de esta práctica común en muchos hogares y culturas.

De hecho, al parecer hay motivos que pondrían en riesgo la salud. A continuación vamos a averiguar la razón por la que hay que mojar los frutos secos antes de comerlos.

Esta es la razón por la que hay que mojar los frutos secos antes de comerlos

La rutina de limpiar los frutos secos a menudo se pasa por alto, ya que es fácil olvidar la acumulación de polvo y suciedad durante su procesamiento y empaquetado.

Sin embargo, esta superficie irregular, llena de grietas, puede albergar micotoxinas, una combinación de hongos y toxinas.

Las autoridades de seguridad alimentaria europeas han expresado preocupación por la presencia de compuestos tóxicos en anacardos, nueces y otros frutos secos de origen tropical. Estudios han demostrado la existencia de micotoxinas en estos productos.

Paso a paso:

Para abordar este problema, se recomienda seguir estos pasos para limpiar los frutos secos:

  1. Remojarlos en un recipiente con agua durante 8 a 12 horas.
  2. Después de este tiempo, enjuagarlos y secarlos, preferiblemente al sol o en un horno eléctrico a baja temperatura. Esto permite una limpieza profunda, eliminando la mayoría de los hongos.
  3. Se sugiere consumirlos de inmediato o conservarlos en la heladera por un máximo de 3 días.

Otras recomendaciones:

Además de lavar los frutos secos para eliminar posibles contaminantes, aquí tienes algunos consejos adicionales para disfrutar de ellos de manera segura y deliciosa:

Almacenamiento adecuado: Mantén los frutos secos en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco para prolongar su frescura y evitar la aparición de moho.

Compra fresca y de calidad: Opta por frutos secos frescos y de alta calidad, preferiblemente envasados en condiciones higiénicas y sellados adecuadamente.

Inspección visual: Antes de consumirlos, examina los frutos secos en busca de signos de deterioro, como decoloración, moho o mal olor, y desecha aquellos que presenten estas características.

Moderación en el consumo: Aunque los frutos secos son nutritivos, son densos en calorías y grasas. Consume con moderación para evitar excederte en la ingesta calórica.

Variación en la dieta: Prueba diferentes tipos de frutos secos para obtener una variedad de nutrientes y beneficios para la salud. Desde almendras y nueces hasta pistachos y avellanas, hay muchas opciones para explorar.

Tostado opcional: Tostar los frutos secos antes de consumirlos puede realzar su sabor y textura. Puedes hacerlo en el horno a baja temperatura o en una sartén sin aceite, revolviéndolos constantemente para evitar que se quemen.

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