«Día Internacional de la Cerveza» ¿Cómo llego la Cerveza a la Argentina?

En Argentina, la tradición cervecera cuenta con más de dos siglos de historia. Quienes la introdujeron al país, fueron los emigrantes europeos que llegaban al Nuevo Continente con las ansias de cambiar su rumbo y «hacer fortuna».

Sus comienzos fueron con las marcas elaboradas en Europa, traídas en los barcos y consumidas principalmente por los británicos y alemanes. Obviamente los argentinos se sumaron como aficionados a esta bebida novedosa.

Comienzos de las cervecerías

Hacia la segunda mitad del siglo XVIII, comenzaron a surgir pequeñas cervecerías fundadas por los emigrantes que estaban vinculadas a las cerveceras europeas.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo en que surgieron dificultades como la mala comunicación, las grandes distancias, la falta de hielo para la refrigeración de la cerveza durante el traslado. Todo esto motivó a que cada localidad tuviera cervecería propia para abastecerse.

En sus inicios no fue fácil, había que importar la malta y el lúpulo. También por la mala calidad del agua, debían utilizar el agua de lluvia que se juntaba en aljibes para tal fin.

Pero con el transcurso de algunos años se utilizó el ferrocarril para extenderse y montar fábricas en lugares donde seria más rentable, como así también los cultivos autóctonos de cebada primero y luego de lúpulo.

De hecho, Argentina en la actualidad es una excelente exportadora de variedad de lúpulo, cultivada en la Patagonia, por ejemplo.

Según ciertas fuentes, la primera fabrica argentina de cerveza, pudo haber sido a que funcionaba en el año 1744 en la calle Moreno (como la conocemos hoy), de la ciudad de  Buenos Aires.

Otro dato histórico revela que desde 1804 hasta la revolución de mayo de 1810, funcionó un establecimiento junto al Teatro Coliseo que servia cerveza pero elaborada por sus propios dueños.

Hecho histórico de la cerveza

Según el investigador Carlos Domingo Vives aporta documentos más antiguos con respecto a la historia de la cerveza. Se refiere a la primera fábrica de cerveza en la argentina muy conocida llamada «La Zervezería», así con dos zetas.

Para el año 1738, el inglés Thomas Stuart adquiere en la zona de Retiro una parte de la manzana que hoy limita con las calles Av. del Libertador y las otras calles de Esmeralda, Maipú y Arenales.

Allí se construye un edificio para fabricar cerveza, las oficinas, una sala de descanso, de venta, entre otros sectores importantes.

Con el propósito de ampliar las instalaciones del negocio, Stuart decide vender sus tierras al rico comerciante Thomas IIson, pero siguió manteniendo el fondo de comercio.

Por eso, la explotación del negocio continuó a manos de Stuart, pero ahora con un establecimiento más amplio y una mayor producción.

De acuerdo al censo en 1744, registra la Zervezería teniendo como dueño al fondo de comercio de Thomas Stuart, dos ingenieros, seis obreros negros y la propiedad que había pasado a nombre de Thomas IIson.

A este último, más tarde se lo vinculó a negocios oscuros o contrabandista y que utilizaba el depósito para sus mercancías.

Al parecer no existen otros registros que avalen la existencia de otra cervecería más antigua que la mencionada anteriormente, sin embargo para el mes de marzo de 1842, dos alemanes estaban dispuestos a levantar la cervecería de IIson y Stuart.

Adolfo Bullrich y Carlos Ziegler alquilaron una casa y el local, situados en la zona de Retiro de la ciudad de Buenos Aires.

Ciertamente fueron numerosas las cervecerías que se instalaron durante la segunda mitad del siglo XIX, en Buenos Aires.

Pero la cervecería más antigua que aún en la actualidad funciona, es la que fundó Emilio Bieckert y que comenzó a operar desde 1860, frente a la iglesia de Balbanera.

No obstante, hay muchas más información que se puede aportar a la historia de la cerveza en la Argentina. La razón se debe a que es un patrimonio cultural y que todavía hay mucho más emocionante por descubrir.

Por eso, el día internacional de la cerveza es una celebración de carácter internacional que se realiza cada año el primer viernes de agosto.

El objetivo tiene que ver especialmente con reunirse con amigos, familia y disfrutar de la delicia de la cerveza.

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