Cuando nuestro hijo se porta mal, lo primero que nos viene a la mente es castigarlo. Pero, ¿sabes qué? Este no es el mejor camino para corregir su comportamiento. De hecho, cuando los niños se sienten mal o están enfadados, lo que necesitan es atención y cariño de sus padres.
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En este artículo te explicamos cómo debes actuar ante los diferentes comportamientos de tu hijo.
Cuando tu hijo llora
Llorar es la forma que tienen los niños de expresar lo que sienten. Si tu hijo se pone a llorar, no lo ignores. Trata de averiguar qué le está pasando y dale consuelo. Si lo haces, vas a ver que el llanto se detendrá enseguida.
Cuando tu hijo se enfada
Si tu hijo está enfadado, no le castigues. Trata de averiguar qué es lo que le molesta y dale una solución. Pregúntale qué es lo que quiere y ofrécele tu ayuda. De esta forma, el enfado se irá disipando poco a poco.
Cuando tu hijo se pelea
Las peleas son normales entre los niños. Principalmente se dan porque ninguno de ellos quiere ceder en sus gustos o preferencias. No hay que preocuparse cuando esto ocurra, pero sí debes intervenir para evitar que la pelea empeore. Trata de hablar con ellos y explicarles que no se pueden pelear.
Cuando tu hijo se tira al suelo
Si tu hijo se tira al suelo, lo más probable es que esté llorando o enfadado. En cualquiera de los casos, no lo ignores. Trata de averiguar qué le está pasando y dale consuelo o ayuda para que se calme.
Cuando tu hijo se enferma
Los niños necesitan cuidados especiales cuando están enfermos. Tienen que saber que no están solos y que sus padres siempre van a velar por ellos. Además de darles los medicamentos y cuidados médicos que necesiten, debes acompañarlos en todo momento.
Cuando tu hijo se porta bien
Los padres también deben reconocer las buenas acciones de sus hijos. Si tu hijo se porta bien, no dudes en felicitarlo y darle las gracias. De esta forma, se sentirá querido y valorado, lo que hará que siga comportándose así.
No es fácil ser padre, pero es una labor gratificante. Esperamos que estos consejos te ayuden a lidiar mejor con los diferentes comportamientos de tu hijo. Recuerda que lo más importante es la comunicación, así que mantente siempre al tanto de lo que piensa y siente.
