Cómo se baila la huella

Cómo se baila la huella

 

huella

La huella es una danza tradicional sureña que pertenece al folklore vivo histórico. Es una danza suave y melancólica, de galanteo delicado y cortés que se manifiesta en la particular figura de las manos, propia de las danzas de salón. Se baila con castañetas y paso criollo básico; generalmente en pareja suelta e independiente, aunque también puede ser bailada de a dos parejas (en cuarto).

Coreografía

Para bailar huella, la pareja se coloca enfrentada sobre la mediana del cuadrado imaginario de baile. Primero realizan una media vuelta en la que cambian de base y un giro partiendo de la base por la derecha y girando en el área, hasta la mitad del recorrido, para volver a la misma base. Seguidamente se repiten estas dos figuras (media vuelta y giro) y luego se ejecuta el zapateo del varón y el zarandeo de la mujer. La mujer zarandea realizando el rombo básico de 4 compases y el varón zapatea 2 compases en la base y utiliza otros 2 para avanzar hacia su compañera. A esto le sigue un giro de la mujer, durante el cual se introduce el motivo de las manos tomadas: el varón se acerca y le ofrece gentilmente la mano derecha, la mujer la toma, se toma la pollera con la mano izquierda y realiza un giro sobre sí misma hacia la izquierda. En esta figura el varón se desplaza libremente, acompañando a la mujer en el giro. Los bailarines se encuentran en el centro, se sueltan suavemente las manos en el tercer compás y  retroceden a sus bases en el cuarto. Luego se repiten el zapateo y el zarandeo seguido por otro tramo con las manos tomadas, pero esta vez usan las manos izquierdas y la mujer gira hacia la derecha, es decir, realizan el mismo tramo al revés. Para terminar realizan una media vuelta y un giro final con encuentro en el centro. La huella tiene dos partes: Primera y Segunda. La Segunda se baila igual que la Primera, habiendo quedado los bailarines enfrentados y en bases opuestas.

Esta danza tiene carácter señorial, cortesano y picaresco a la vez; los bailarines se mueven de manera delicada y cadenciosa. Es importante que expresen el galanteo en las miradas y gestos. Incluso en el paso de baile, en el zapateo y en el zarandeo se ponen en evidencia la suavidad y sutileza de las danzas sureñas.

 

 

 

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