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¿Cómo reacciona el cuerpo cuando le quitan el útero?

La histerectomía, o la extirpación del útero, es una cirugía común en ginecología y se lleva a cabo por diversas razones médicas, como fibromas, endometriosis, sangrados anormales o cáncer. Aunque es un procedimiento seguro y muy frecuente, muchas mujeres se preguntan cómo afectará su cuerpo a corto y largo plazo.

La extirpación del útero tiene efectos físicos y emocionales que varían de una persona a otra, y es fundamental entender cómo el cuerpo reacciona tras esta intervención. A continuación, te explicamos los cambios más importantes que pueden ocurrir tras una histerectomía.

¿Qué sucede en el cuerpo cuando se quita el útero?

La extirpación del útero, dependiendo de si incluye la remoción de otras estructuras reproductivas como los ovarios o el cuello uterino, puede generar varias reacciones en el cuerpo. Aunque cada mujer puede experimentar la recuperación de manera diferente, los siguientes son algunos de los cambios más comunes:

1. Cambios hormonales

Si durante la histerectomía se extirpan los ovarios (ooforectomía), el cuerpo deja de producir estrógenos y progesterona de manera natural. Esto puede provocar síntomas de menopausia repentina, como sofocos, sudoración nocturna, cambios de humor y sequedad vaginal. Incluso en casos en los que los ovarios no se eliminan, la función ovárica puede disminuir con el tiempo debido a la falta de la conexión física con el útero, lo que también puede llevar a síntomas menopáusicos.

2. Ausencia de menstruación

Uno de los efectos inmediatos de la histerectomía es la desaparición del ciclo menstrual. Esto puede ser un alivio para mujeres que sufrían de menstruaciones dolorosas o abundantes. Aunque la menstruación desaparece, si los ovarios permanecen intactos, las fluctuaciones hormonales relacionadas con el ciclo ovárico aún pueden ocurrir, aunque sin sangrado menstrual.

3. Impacto en la fertilidad

La histerectomía implica la imposibilidad de quedar embarazada, ya que el útero es el órgano donde se desarrolla el embarazo. Este cambio es definitivo y puede tener un impacto emocional significativo para algunas mujeres, especialmente si la cirugía se realiza en una etapa temprana de la vida reproductiva.

4. Cambios en la sexualidad

El impacto de la histerectomía en la vida sexual varía de una mujer a otra. Algunas reportan una mejora en la función sexual debido a la eliminación del dolor o el malestar previo a la cirugía, mientras que otras pueden experimentar una disminución en la libido o sequedad vaginal, especialmente si se han extirpado los ovarios. Sin embargo, muchas mujeres encuentran que pueden tener una vida sexual satisfactoria tras la recuperación completa de la cirugía.

5. Cambios en la estructura pélvica

El útero juega un papel en el soporte de los órganos pélvicos, como la vejiga y los intestinos. Tras una histerectomía, algunas mujeres pueden experimentar problemas como prolapso vaginal o incontinencia urinaria. Sin embargo, existen tratamientos y ejercicios como los ejercicios de Kegel que pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y prevenir complicaciones.

6. Recuperación física

Después de una histerectomía, el cuerpo necesita tiempo para sanar. En el caso de una cirugía abdominal, la recuperación puede llevar varias semanas, con síntomas como dolor en el área quirúrgica, fatiga y limitación en la actividad física. Las histerectomías mínimamente invasivas (laparoscópicas) suelen tener un tiempo de recuperación más corto.

Afrontar los cambios físicos y emocionales tras una histerectomía puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden ayudarte a sobrellevar esta nueva etapa de manera saludable y positiva. A continuación, te explico cómo manejar tanto los aspectos físicos como los emocionales.

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Índice

    Cómo afrontar estos cambios físicos y emocionales

    1. Cuidar la recuperación física

    • Seguir las indicaciones médicas: Es fundamental seguir las recomendaciones del médico para garantizar una buena cicatrización y evitar complicaciones. Esto incluye reposo adecuado, evitar levantar objetos pesados y mantener una dieta equilibrada.
    • Ejercicio gradual: Tras el periodo inicial de reposo, comenzar con actividades suaves como caminar puede ayudar a fortalecer el cuerpo y mejorar la circulación, reduciendo la posibilidad de coágulos o debilidad muscular.
    • Fortalecer el suelo pélvico: Los ejercicios de Kegel son importantes para mantener la salud del suelo pélvico y prevenir complicaciones como la incontinencia urinaria o el prolapso de órganos pélvicos.
    • Controlar los síntomas menopáusicos: Si te han quitado los ovarios, podrías experimentar síntomas de la menopausia. Habla con tu médico sobre la terapia hormonal o alternativas naturales para manejar los sofocos, la sequedad vaginal y otros síntomas asociados.

    2. Abordar los cambios emocionales

    • Aceptar el proceso: La histerectomía puede generar sentimientos de pérdida, especialmente en mujeres que aún no han tenido hijos o que asocian el útero con su feminidad. Aceptar que estas emociones son válidas es el primer paso para afrontarlas.
    • Buscar apoyo emocional: Hablar con un terapeuta o consejero puede ser de gran ayuda para manejar el duelo por la pérdida de la fertilidad o los cambios hormonales. También es útil unirse a grupos de apoyo donde puedas compartir experiencias con otras mujeres que han pasado por lo mismo.
    • Mantener una comunicación abierta: Es importante hablar abiertamente con tu pareja y seres queridos sobre cómo te sientes, tanto física como emocionalmente. Esto te permitirá sentirte comprendida y apoyada en tu proceso de recuperación.
    • Cuidar la autoestima: Los cambios físicos, como la cicatriz o los síntomas menopáusicos, pueden afectar la autoestima. Prácticas como la meditación, el autocuidado y la búsqueda de actividades que te hagan sentir bien contigo misma son esenciales para mantener una imagen positiva de ti misma.

    3. Reenfocar la sexualidad

    • Adaptarse a los cambios sexuales: Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual tras la histerectomía. Estos cambios pueden ser tanto físicos (como la sequedad vaginal) como emocionales. Hablar con un médico sobre lubricantes, terapia hormonal o técnicas para mejorar la experiencia sexual puede ser útil.
    • Fomentar la intimidad emocional: Mantener una conexión emocional con tu pareja y explorar nuevas formas de intimidad puede enriquecer la relación, incluso si el cuerpo ha pasado por cambios.

    4. Mantener una actitud positiva hacia el futuro

    • Ver la cirugía como una solución: Muchas mujeres encuentran alivio al recordar que la histerectomía ha sido una solución para problemas graves como dolor crónico, sangrados anormales o riesgo de cáncer. A largo plazo, la calidad de vida mejora significativamente para la mayoría de las mujeres.
    • Celebrar las pequeñas victorias: La recuperación puede ser lenta, pero es importante celebrar cada pequeño avance, ya sea una caminata sin dolor, una mejora en la energía o un día emocionalmente estable.

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