Cómo limpiar el horno con vinagre ¡Esta es la manera correcta!

El horno es un electrodoméstico que se utiliza para una gran variedad de tareas culinarias, desde asar carne hasta hornear pasteles, y es una parte vital de muchas cocinas. Sin embargo, mantenerlo limpio puede ser un reto, ya que tiende a ensuciarse y engrasarse. La grasa, las salpicaduras de comida y los derrames, así como el humo, pueden acumularse fácilmente y hacer que el horno sea difícil de limpiar.

Es importante limpiar y mantener el horno con regularidad para conservarlo en buen estado y garantizar que los alimentos que se cocinen en él sean seguros y saludables. Se pueden utilizar varios métodos de limpieza, como desengrasantes, limpiadores de hornos o ingredientes naturales como bicarbonato, vinagre y zumo de limón. Sea cual sea el método elegido, es importante asegurarse de que el horno se limpia a fondo para garantizar que está libre de suciedad, grasa y otros contaminantes.

Cómo desengrasar el horno con vinagre fácilmente

Antes de empezar, asegúrate de que tienes todo lo necesario: vinagre, un paño suave y una esponja. La esponja no tiene por qué ser abrasiva, pero puede ser necesaria si la grasa no sale.

  1. El primer paso es sacar las rejillas del horno y limpiarlas con vinagre sin diluir.
  2. Utiliza una esponja para cubrir todos los rincones y, a continuación, déjalas en remojo en una solución de dos a dos de vinagre y agua durante una media hora.
  3. Mientras las rejillas están en remojo, puedes utilizar la misma solución de vinagre y agua para empapar un paño y utilizarlo para limpiar las superficies interiores del horno. Asegúrate de fregar bien el interior del horno, prestando especial atención a las esquinas y grietas.
  4. Una vez que las rejillas hayan estado en remojo el tiempo indicado, sácalas y frótalas con una esponja o un paño hasta eliminar toda la suciedad.
  5. Acláralas con agua limpia y déjalas secar antes de volver a introducirlas en el horno.

Con la esponja, empieza por eliminar la suciedad más incrustada. Si la grasa resulta difícil de eliminar, añade una pequeña cantidad de bicarbonato sódico a la esponja. Esto ayudará a descomponer la grasa y facilitará su eliminación.

El vinagre también es una buena solución para evitar que se acumule grasa en las superficies interiores del horno. Basta con limpiar las superficies con un paño empapado en vinagre y dejar la puerta del horno abierta para que se seque al aire. Una vez finalizada la limpieza, podrá ver los resultados de su duro trabajo. El horno estará impecable, la grasa y la suciedad habrán desaparecido y las superficies brillarán. Una vez bien seco, el horno estará listo para su uso.