¿Te gustaría sorprender a tus invitados o simplemente disfrutar de una comida excepcional en casa? Preparar un solomillo de cerdo con salsa roquefort es la elección perfecta para elevar tus habilidades culinarias y satisfacer los paladares más exigentes.
Este plato combina la ternura del solomillo de cerdo con la intensidad y cremosidad característica de la salsa roquefort, creando una experiencia gastronómica única. Acompañado de guarniciones de tu elección, este plato se convierte en una exquisitez que deleitará a todos en la mesa.
Sigue los pasos sencillos de esta receta y descubre cómo transformar ingredientes simples en una deliciosa obra maestra culinaria.
¡Prepárate para disfrutar de una explosión de sabores con este solomillo de cerdo en salsa roquefort!
Ingredientes
- 500 gr. de Solomillo de cerdo
- 200 ml. de Crema de leche
- 75 gr. de Queso roquefort
- 1 cda. de Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra a gusto
Preparación, paso a paso
- Elimina completamente la grasa y las telillas del solomillo, y córtalo en rodajas o medallones de aproximadamente un dedo de grosor. Salpimentar ambos lados.
- En una sartén a fuego suave, mezcla la crema de leche con el queso. La cantidad proporcionada dará un sabor intenso, por lo que se recomienda agregar un poco menos y ajustar según preferencias. Remueve hasta que el queso se derrita por completo y la crema de leche empiece a espesar.
- Prueba y ajusta la sal, luego reserva.
- Cocina la carne en una plancha o sartén con un poco de aceite a fuego alto. Para el solomillo de cerdo, bastan un par de minutos por cada lado o menos, según el grosor, para lograr un dorado exterior y un interior jugoso.
¡Sin duda alguna, un procedimiento es sencillo y rápido! Anímate a degustar esta deliciosa salsa si eres un entusiasta del queso; ¡seguramente la prepararás repetidas veces! Tus invitados quedarán gratamente sorprendidos.
CONSEJOS:
Sazón adecuada: Al salpimentar el solomillo antes de cocinarlo, asegúrate de distribuir la sal y la pimienta uniformemente en ambos lados. Esto potenciará el sabor de la carne.
Control de cocción: Al cocinar el solomillo, presta atención al tiempo de cocción, especialmente si prefieres un interior jugoso. Cocinar en exceso puede resultar en una carne seca.
Adaptación de la salsa: Ajusta la cantidad de queso roquefort en la salsa según tus preferencias personales. Si te encanta el sabor intenso del queso, añade un poco más; si prefieres algo más suave, reduce la cantidad.
Acompañamientos: Considera servir el solomillo con guarniciones que complementen bien el sabor de la salsa roquefort. Puré de papas, arroz o vegetales asados son opciones excelentes.
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