Se propaga por semillas, estolones o estacas, y tiene una velocidad de crecimiento medio-rápida. Es preferible cultivarlo con sol para que florezca y si se le suministra riego crece más rápidamente. Es importante resguardar a los ejemplares juveniles del viento y las heladas. Prefiere suelos secos y se da bien tanto a sol como a la media sombra.
Las hojas son simples, rugosas, de forma ovada y bordes crenados. Se tornan violáceas con el frío. Desprenden un fuerte olor característico, al ser frotadas, al igual que varias especies de esta familia. Follaje caduco. Se pueden utilizar las hojas para preparar infusiones con fines digestivos y diuréticos.
Las flores presentan un llamativo color violáceo con el centro blanco amarillento. Se encuentras reunidas en densas cabezuelas pequeñas. Florece en primavera y verano, y son polinizadas por insectos (especialmente mariposas) y aves (como los picaflores). Los frutos son drupas subesféricas negruzcas. Fructifica en otoño y son el alimento de numerosas aves, las cuales las dispersan.
Se distribuye por el sur de Brasil y Argentina, encontrándose en Córdoba, San Luis, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Misiones, Santa Fe y Buenos Aires. Se la suele hallar con mayor frecuencia en las barrancas de los ríos Paraná y Uruguay; aunque también crece en terrenos modificados, bordes de caminos y en el interior de bosques.
A pesar de que no se haya amenazada, la destrucción de hábitat y la introducción de especies exóticas ha traído aparejado su disminución. En Argentina crecen 19 especies de este género, entre las más comunes figuran L. camara, L.x enterriensis (híbrido natural) y L. montevidensis (arbusto achaparrado).