Poeta de la pampa: Argentino Luna.
Hijo de campesinos, aprendió muy chico en el campo escuchando milongas y huellas. Fue un cantante de folklore argentino reconocido en todo el país y el mundo, pues logró llevar lo mejor de su música a países como Estados Unidos, Brasil, España, Panamá. Nacido en General Madariaga en 1941, se mudaría a Buenos Aires al casarse. Su nombre original era Rodolfo Giménez, pero optó por cambiarlo al momento de registrar su primer disco. Le dijeron que su seudónimo ya existía. Él dijo que era su nombre pero tenía que cambiarlo por regla. Allí se le ocurrió el de Argentino Luna.
Influenciado por una niñez tranquila pero en la cual se percató de la situación del hombre de la pampa, las injusticias y el dolor que soportaban, lo llevó a cantar algunas coplas que daban cuenta de esta realidad. Al llegar a Buenos Aires comenzó a visitar los sitios donde se guitarreaba para empezar su carrera hasta obtener un reconocimiento de muchas personas.
Una vasta obra musical y un final.
Grabó más de 300 composiciones y es uno de los mayores representantes del folklore argentino. Son famosos títulos como “Zamba para decir adiós”, “Mire qué lindo es mi país paisano” ó “Pero el poncho no aparece”. Asimismo convirtió en discos varios poemas gauchos. Los premios son varios, porque fue un cantor único, y se pueden mencionar algunos, como La Palma de Plata, El Gardel de Oro y el Charrúa de Oro. Trabajó como compositor y autor de la mano de Los Chalchaleros, Alberto Marino, Soledad, entre otros.
Argentino Luna, gran representante del folklore argentino, falleció en Capital Federal el año de 2011 luego de luchar contra un accidente cerebrovascular y problemas intestinales. Un mes antes había sido internado en un hospital en grave estado de salud. Finalmente falleció debido a un paro cardíaco. Se apagó la vida del que muchos apodaban el “Negro” Luna.
