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Una azafata revela por qué los miembros de la tripulación se sientan sobre sus manos en el momento del despegue

Si alguna vez observaste con atención a las azafatas y auxiliares de vuelo durante el despegue, quizás notaste un gesto particular: se sientan rectos, con la espalda bien apoyada en el asiento, las piernas juntas y las manos debajo de los muslos.

A simple vista parece una postura rígida, casi incómoda, pero detrás de este movimiento hay una razón clave relacionada con la seguridad. Una azafata reveló por qué hacen esto y qué objetivo cumple este pequeño pero significativo detalle.

Índice

    ¿Por qué se sientan sobre sus manos durante el despegue?

    Los momentos más críticos durante un vuelo comercial son el despegue y el aterrizaje. Por eso, la tripulación adopta una posición llamada “posición de seguridad” o “bracing position”, diseñada para proteger el cuerpo y estar listos ante cualquier eventualidad.

    Aquí te explicamos por qué colocan las manos debajo de los muslos:

    1. Evitar reflejos involuntarios

    Al colocar las manos debajo del cuerpo, el personal evita el impulso de usar los brazos en caso de un impacto. Esto ayuda a prevenir lesiones en muñecas, brazos u hombros provocadas por movimientos instintivos y descoordinados.

    2. Mantener el cuerpo firme y alineado

    Sentarse con la espalda recta y las piernas juntas permite al cuerpo absorber el impacto de manera más segura. Las manos bajo los muslos aseguran que no haya movimientos bruscos del tren superior, reduciendo el riesgo de desplazamientos peligrosos.

    3. Facilitar la evaluación del entorno

    Con el cuerpo inmóvil, la tripulación puede concentrarse plenamente en observar la cabina, escuchar ruidos anormales y actuar con rapidez si algo ocurre. Esta postura les da mayor control y atención.

    4. Minimizar daños en caso de emergencia

    En caso de una evacuación rápida, tener las manos protegidas bajo los muslos reduce el riesgo de fracturas o quemaduras, permitiéndoles usarlas de inmediato al levantarse o abrir puertas.

    Consejos y curiosidades que quizás no sabías

    • La postura está entrenada al detalle. No es improvisada. Todos los tripulantes pasan por entrenamiento específico para adoptarla correctamente.

    • No es solo al despegar. También la utilizan durante el aterrizaje o turbulencias graves.

    • No cruces los pies. Si estás en un asiento, intentá mantener una postura firme. Los pies cruzados pueden causar lesiones si hay un frenado brusco.

    • Observá y aprendé. Saber por qué lo hacen también puede ayudarte a adoptar una mejor postura como pasajero.

    Detrás de cada gesto del personal de vuelo hay un protocolo de seguridad pensado al detalle. Sentarse sobre las manos durante el despegue no es una manía ni una casualidad, sino una estrategia bien pensada para protegerse a sí mismos y estar listos para actuar en segundos. La próxima vez que tomes un avión, prestá atención: ese pequeño gesto puede marcar una gran diferencia.

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