Sapito Cavador

El sapito cavador (Rhinella fernandezae) es un anfibio de tamaño mediano (5 a 8 cm). Presenta una cabeza ancha con un hocico corto. El dorso es verdoso o castaño con una línea vertebral visible de color amarillo. El vientre es granuloso, de color crema grisáceo. Tiene las crestas cefálicas muy bien desarrolladas. Se puede diferenciar a los machos por el saco vocal amarillento, con el cual emiten sus vocalizaciones, ausente en las hembras.

Sapito cavador

Se distribuye por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se encuentra en zanjas, charcas, lagunas y campos inundados. La mayor parte del tiempo permanece en cuevas que él mismo construye, cavando en el barro con sus patas traseras. Sale en épocas de lluvia para reproducirse. Luego del amplexo, las hembras disponen los huevos en forma de cordones gelatinosos enredados en los pastos sumergidos. Los renacuajos salen del agua cuando tienen 1 cm. de longitud.

Se alimenta principalmente de hormigas, aunque también puede ingerir gran número de escarabajos y arañas, por lo cual son grandes aliados de los cultivos. Sus glándulas parotídeas poseen una secreción tóxica, que utilizan como defensa frente a sus predadores.

Esta especie no se encuentra en peligro (UICN 2014), pero hay que tener en cuenta que sufren algunas amenazas como la pérdida y fragmentación de su hábitat, agentes infecciosos producto de la introducción de especies exóticas en sus ambientes naturales, atropellamientos, y varios tipos de contaminantes como desechos industriales y de asentamientos urbanos, y los agroquímicos que son vertidos en los cultivos y que por escurrimiento terminan en lagunas en donde este anfibio se reproduce.

Por su susceptibilidad a estos y otros estresores, los anfibios son indicadores de la salud del ecosistema, es decir que son excelentes bioindicadores o indicadores biológicos, su disminución nos alerta sobre algún cambio ambiental. Además debemos tener en cuenta que ayudan a mantener el equilibrio ecológico, ya que controlan vectores como los mosquitos actuando como insecticidas naturales, combaten plagas de los cultivos como las hormigas y los grillos, y también son el alimento de muchos animales como aves, mamíferos, peces y reptiles, por lo tanto debemos considerarlos beneficiosos y no tenerles miedo.

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