En los años 80 y 90, la cocina casera vivió una era dorada en la que las recetas simples y deliciosas se convirtieron en el corazón de muchos hogares. Hoy te invitamos a redescubrir una de esas joyas culinarias que, sin duda, te transportará a esos tiempos.
Esta receta, que fue un éxito en su momento, combina sabores tradicionales y un método de preparación sencillo, lo que la hace perfecta para cualquier ocasión.
¡Prepárate para sorprenderte y sorprender a tus seres queridos!
Índice
Ingredientes
- 1 Taza de arroz blanco tipo 1
- 2 Tazas de agua (divididas)
- 1 Taza de pan rallado
- 1 Cebolla mediana (cortada en cuatro partes)
- 3 Dientes de ajo
- 500 g de Carne molida
- 1 cdita y media de Sal (dividida)
- 1 Huevo
- Pimienta negra al gusto
- Suficiente aceite para freír
- 20 g de Manteca sin sal (cortada en cubos)
Preparación, paso a paso
Preparación Inicial:
- Hidratación del arroz: En un bowl grande, añade la taza de arroz y 1 taza de agua. Mezcla bien para que el arroz quede completamente hidratado. Deja reposar mientras continúas con los demás pasos.
- Hidratación del pan rallado: En otro bowl, mezcla la taza de pan rallado con la otra taza de agua. Remueve bien hasta que el pan rallado absorba todo el líquido y se convierta en una mezcla húmeda y uniforme.
Preparación de la Mezcla de Carne:
- Pasta de cebolla y ajo: En una batidora o procesador de alimentos, bate la cebolla cortada en cuatro partes junto con los dientes de ajo hasta formar una pasta suave y homogénea.
- Mezcla de carne: En un bowl grande, combina la carne molida con la pasta de cebolla y ajo, 1 cucharadita de sal, el huevo, la pimienta negra al gusto y el pan rallado hidratado. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que la mezcla esté completamente homogeneizada y lista para formar las croquetas.
Forma las Albóndigas:
- Formado de las albóndigas: Con una cuchara o tus manos, toma pequeñas porciones de la mezcla de carne y forma bolitas del tamaño de una nuez. Asegúrate de que cada bolita esté bien compacta para evitar que se desarme durante la fritura.
- Rebozado: Pasa cada bolita de carne por pan rallado seco, cubriéndolas completamente para obtener un exterior crujiente y dorado al freírlas.
Fritura:
- Freír las albóndigas: Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe las croquetas en tandas, cocinándolas durante aproximadamente 3 minutos por cada lado o hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
- Escurrido: Una vez fritas, retira las albóndigas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Preparación del Arroz:
- Cocción del arroz: En la misma sartén que usaste para freír (retirando el exceso de aceite), agrega el arroz que habías reservado, media cucharadita de sal y 600 ml de agua caliente. Cocina a fuego medio con la sartén tapada durante unos 5 minutos o hasta que el agua se haya evaporado casi por completo.
- Finalización: Agrega los cubos de manteca al arroz cocido y remueve suavemente para que se derrita y se mezcle bien. Coloca las albóndigas fritas sobre el arroz, tapa la sartén nuevamente y cocina a fuego lento durante 5 a 8 minutos adicionales, permitiendo que todos los sabores se integren.
- Servir: Sirve las albóndigas de carne bien calientes, junto con el arroz. Este plato no solo evoca la nostalgia de los años 80 y 90, sino que también ofrece una combinación perfecta de texturas y sabores reconfortantes.
¡Disfruta de este delicioso plato que, con sus sencillos ingredientes y método de preparación, trae el confort y los recuerdos del pasado a tu mesa hoy!
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Consejos Adicionales:
- Acompañamientos: Estas albóndigas son perfectas para acompañar con una salsa de yogur o mayonesa con limón y hierbas frescas, lo que realzará su sabor.
- Variedad en el relleno: Si deseas variar, puedes añadir un poco de queso rallado a la carne antes de formar las croquetas, creando un delicioso relleno fundido.
- Congelación: Estas albóndigas pueden ser congeladas antes de freír. Simplemente colócalas en una bandeja en la heladera hasta que estén firmes, luego guárdalas en una bolsa hermética. Cuando quieras usarlas, fríelas directamente congeladas, añadiendo un par de minutos adicionales al tiempo de cocción.
Estas albóndigas de carne no solo son una explosión de sabor, sino que también son versátiles y fáciles de hacer.
Disfrútalas como un aperitivo en una reunión o como un sabroso plato principal en una cena familiar. ¡A disfrutarlas!