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Quiénes Son las Primeras 5 Personas que Veremos Después de desencarcar según Chico Xavier.

Cuando el corazón se detiene y la respiración se apaga, el mundo cree que todo terminó. Para quienes quedan alrededor de una cama de hospital, es el final. Pero para la conciencia, para el espíritu, es solo el comienzo de otra etapa.

Según las enseñanzas transmitidas por Chico Xavier a través de los espíritus, la muerte no es un apagón, sino un despertar. La vida continúa en otro plano, y nadie llega solo.

Existe un sistema espiritual organizado, regido por leyes de vibración y afinidad, que determina quién te recibe al cruzar el umbral.


Índice

    Cómo es realmente el proceso de morir

    Morir no te convierte en un ser iluminado ni borra tu personalidad. Es como cambiar de casa: dejas el cuerpo, pero sigues siendo tú.

    El espíritu se separa gradualmente del cuerpo físico a través del llamado cordón de plata, que une el cuerpo material con el periespíritu. Este proceso puede ser rápido o lento, dependiendo del apego que la persona tuvo a la materia.

    Después viene una fase natural de confusión llamada perturbación postmortem, hasta que la conciencia comienza a estabilizarse. Es ahí donde aparecen las presencias espirituales.


    La ley que decide quién te recibe

    No es un juicio divino.
    No es un castigo.
    Es una ley espiritual.

    La ley de afinidad establece que atraes lo que vibra como tú.
    Si viviste con amor, atraes amor.
    Si viviste con odio, atraes lo mismo.

    Tu frecuencia emocional y moral determina qué rostros verás primero.


    Las cinco presencias que pueden esperarte

    1. El mentor espiritual (tu verdadero ángel guardián)

    La primera figura que suele aparecer es tu mentor espiritual, el ser que te acompañó durante toda tu vida.

    No es una figura simbólica. Es un espíritu real, más evolucionado que tú, que participó en la planificación de tu existencia. Te ayudó a elegir tu familia, tus pruebas y tus desafíos.

    En el momento de la muerte:

    • Te ayuda a desprenderte del cuerpo

    • Te transmite calma

    • Te protege de traumas espirituales

    Aunque no lo reconozcas visualmente, tu alma lo identifica por la vibración de amor que emite.


    2. Los seres queridos que partieron antes

    Padres, madres, esposos, hijos, abuelos.

    El amor verdadero no muere.
    Cuando es posible, los familiares que están en condiciones espirituales adecuadas reciben permiso para acompañarte.

    Las madres, en especial, suelen tener prioridad para recibir a sus hijos, sin importar la edad ni los errores cometidos.

    Aparecen rejuvenecidas, libres de enfermedad, irradiando amor. Ese reencuentro es uno de los mayores bálsamos del alma.


    3. Los desafectos, enemigos y cobradores espirituales

    Aquí aparece la consecuencia de una vida sin perdón.

    Cuando guardas odio, rencor o culpa, creas lazos magnéticos que no se rompen con la muerte. Si desencarnas con vibración baja, quedas expuesto a quienes dañaste o a quienes te odian.

    No es castigo divino.
    Es la ley de causa y efecto.

    Estos espíritus pueden:

    • Recordarte tus errores

    • Exigir reparación

    • Aumentar tu confusión

    Aun así, los mentores siempre están cerca esperando una oración sincera para intervenir.


    4. Los amigos de otras vidas y tu familia espiritual

    No solo tienes una familia de sangre.
    Tienes una familia de alma.

    Son espíritus con los que compartiste otras existencias: compañeros, amigos, colaboradores espirituales.

    Cuando los ves, no los recuerdas con la mente, pero sí con el alma. La alegría es inmediata. Ellos te ayudan a entender por qué viviste lo que viviste y qué sigue ahora.

    Aquí comienza la verdadera vida en comunidad espiritual.


    5. Los seres de luz y emisarios divinos

    Esta es una posibilidad reservada para almas que vivieron con entrega, amor y servicio genuino.

    Espíritus de alta jerarquía, seres de luz, o emisarios de figuras sagradas pueden presentarse para recibir al alma.

    El ambiente se llena de:

    • Luz intensa

    • Aromas espirituales

    • Sensación de paz absoluta

    No es un premio, es afinidad: quien amó profundamente, sintoniza con el amor superior.


    Qué nos enseña todo esto

    La muerte no es el final.
    Es el resultado de cómo viviste.

    No es el cementerio lo que decide tu destino, sino:

    • Cómo amaste

    • Cómo perdonaste

    • Cómo trataste a los demás


    Consejos y recomendaciones

    • Perdona ahora, no después

    • No cargues rencores al otro lado

    • Sé amable incluso cuando nadie mira

    • Repara el daño cuando puedas

    • Vive de forma que tu conciencia esté en paz

    Lo que llevas al morir es tu vibración, no tus cosas.

    Morir es graduarse de la vida, no desaparecer.
    Lo que te espera del otro lado es el reflejo exacto de lo que sembraste aquí.
    Si quieres ser recibido con luz, conviértete en luz desde hoy.

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