Durante la infancia de muchos que crecieron en los años 90, era común encontrar objetos curiosos y hasta misteriosos en los patios, veredas y caminos de tierra. Uno de los más recordados son esas placas metálicas oxidadas que parecían letras del alfabeto: una especie de “E” o, para algunos, una “Ш” (sha, letra del alfabeto cirílico).
Para nuestra mente infantil, eran parte de juegos secretos, puertas de entrada a mundos mágicos o simplemente un juguete más que la calle nos regalaba. Pero… ¿qué eran realmente estas piezas de hierro que nos acompañaron silenciosamente en nuestra niñez?
¿Qué eran esas «letras» metálicas en los años 90?
Aunque parecían letras, no eran parte de ningún mensaje codificado ni elemento decorativo. Estas placas metálicas con forma de “E” eran, en realidad, rejillas de ventilación o cubiertas para desagües pluviales, especialmente comunes en áreas rurales, industriales o patios escolares. También se utilizaban como parte de sistemas de drenaje o accesos técnicos a instalaciones subterráneas.
Diseño funcional, no decorativo
El diseño con ranuras paralelas permitía que el agua escurriera sin obstrucción, a la vez que evitaba que objetos grandes (como piedras o ramas) cayeran dentro del sistema de drenaje. Esa forma “de letra” era meramente práctica: fácil de fabricar, resistente, y efectiva.
Fabricadas para durar
Estas piezas estaban hechas de hierro fundido, un material pesado y robusto que resistía el paso del tiempo, el peso de los vehículos e incluso las travesuras de los niños. Con los años, se oxidaban, pero seguían cumpliendo su función.
¿Por qué las recordamos con tanto cariño?
Para los niños y niñas de aquella época, estas estructuras metálicas no eran simples tapas. Podían ser la base de un fuerte, una pista para autos, un instrumento musical improvisado o incluso una letra misteriosa que debía ser descifrada. Porque en una época sin pantallas ni internet, nuestra imaginación encontraba en cualquier objeto una excusa para jugar. Estas «letras» metálicas, sin saberlo, fueron parte del paisaje emocional de toda una generación.
¿Todavía existen?
Aunque hoy son más difíciles de encontrar por los cambios en los materiales y las normas de construcción, aún es posible ver algunas en barrios antiguos o zonas industriales. Son una especie de cápsula del tiempo, un vestigio de una época en la que jugar al aire libre era la norma.
¿Tú también jugaste con una de estas letras metálicas? Tal vez aún haya una cerca, escondida bajo la tierra o esperando ser redescubierta.