El aguacate es una de las frutas más valoradas por su sabor suave y su riqueza en grasas saludables. Sin embargo, puede que alguna vez lo hayas abierto con la expectativa de encontrar una pulpa verde y cremosa, y en su lugar te sorprendas con la presencia de hebras o trayectos de color marrón o pardo, especialmente alrededor del hueso.
La primera reacción suele ser pensar que está en mal estado. Pero ¿realmente es así? ¿Hay que tirarlo o se puede consumir sin riesgo?
Hebras marrones en la pulpa del aguacate: ¿qué son y por qué aparecen?
A veces, al abrir un aguacate, especialmente en la parte cercana al hueso, se observan unas líneas oscuras o zonas de color marrón. Aunque su aspecto puede generar rechazo, no significa automáticamente que el fruto esté dañado o que sea peligroso para el consumo.
Estas manchas o vetas oscuras se deben a un proceso natural que ocurre cuando el aguacate ha sido expuesto a temperaturas inadecuadas, especialmente frío. Este fenómeno se conoce como lixiviación vascular, y está relacionado con la activación de enzimas que ya están presentes de forma natural en la fruta.
¿Por qué aparecen?
Cuando el aguacate ha sido refrigerado o almacenado en ambientes fríos, estas enzimas comienzan a descomponer parcialmente las grasas saludables del fruto —las mismas que le dan su cremosidad y valor nutritivo—, transformándolas en sustancias de color oscuro. Aunque esto puede alterar ligeramente el sabor, no representa un peligro para la salud.
Estas zonas marrones pueden parecer poco atractivas y algo diferentes al resto de la pulpa, pero el aguacate sigue siendo comestible. De hecho, muchas personas optan por simplemente retirar la parte afectada y utilizar el resto del fruto sin problemas.
¿Es peligroso comer esas partes marrones?
No. Estas fibras marrones no son tóxicas ni indican presencia de moho ni de bacterias dañinas. El cambio de color está ligado al proceso enzimático mencionado antes, y no implica contaminación. En todo caso, puede haber una leve alteración del sabor, pero no hay riesgo grave para la salud.
Eso sí, si el aguacate presenta mal olor, textura gelatinosa o manchas negras que se extienden por toda la pulpa, ahí sí estamos hablando de descomposición real y conviene desecharlo.
Consejos para elegir un buen aguacate
Elegir un aguacate en buen estado puede evitarte sorpresas desagradables al abrirlo. Aquí algunos consejos útiles:
1. Revisá la piel
Debe tener un color uniforme y una textura firme, sin manchas negras ni zonas blandas.
2. Presioná suavemente
Un buen aguacate maduro debe ceder un poco al tacto, pero sin sentirse aguado. Si está muy duro, aún está verde; si está muy blando, puede estar pasado.
3. Observá el extremo del tallo
Quitá la pequeña «tapita» del extremo superior. Si debajo está verde, el aguacate está en buen estado. Si está marrón o seco, es posible que esté pasado.
4. No lo guardes en la heladera si está verde
El frío activa el proceso que genera esas fibras marrones. Es mejor dejarlo madurar a temperatura ambiente y solo refrigerarlo cuando ya esté maduro, para conservarlo por unos días más.
5. Evitá los golpes
Las magulladuras favorecen la aparición de manchas oscuras en la pulpa. Manipulá el aguacate con cuidado, especialmente si lo comprás maduro.
Las hebras marrones que a veces aparecen en los aguacates no son motivo de alarma. Son producto de una reacción natural que ocurre cuando la fruta ha sido expuesta al frío, y aunque pueden modificar levemente el sabor o la textura, no representan ningún riesgo serio para tu salud. Si el resto del fruto se ve y huele bien, podés aprovecharlo sin problemas. Y si querés evitar que vuelva a suceder, prestá atención a su maduración y almacenamiento.