Si estás buscando un postre cremoso, colorido y con un sabor irresistible, esta receta es perfecta para vos. Se trata de una combinación deliciosa de gelatina de fresa con leche condensada, una mezcla que da como resultado un dulce suave, firme y refrescante. Ideal para sorprender a tus invitados o darte un gusto sin complicaciones.
A continuación, te explicamos paso a paso cómo prepararlo, qué ingredientes necesitás y algunos consejos extra para que quede perfecto.
🍓 Ingredientes
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50 g de gelatina en polvo sabor fresa
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500 g de leche condensada
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200 g de crema de leche (nata para montar o crema de leche entera)
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500 ml de leche líquida (entera o semidesnatada)
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Cacao en polvo para decorar (opcional)
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Fresas frescas al gusto para decorar (opcional)
🥄 Preparación paso a paso
1. Mezclá la gelatina con la leche condensada
En un bol o en una licuadora, colocá los 50 g de gelatina de fresa y los 500 g de leche condensada. Batí muy bien hasta que la mezcla quede completamente homogénea y sin grumos.
Consejo: podés hacer este paso con batidora eléctrica o en licuadora, lo importante es lograr una textura uniforme.
2. Incorporá el resto de los ingredientes
Una vez que la mezcla esté suave, volcala en una olla grande. Agregá los 200 g de crema de leche y los 500 ml de leche líquida. Remové bien para que todos los ingredientes se integren.
3. Calentá la mezcla
Encendé el fuego a potencia media y cociná removiendo constantemente durante unos 5 minutos. El objetivo es que la gelatina se disuelva por completo y la mezcla quede tibia, sin hervir.
4. Llevá a molde y refrigerá
Verté la preparación en un molde de silicona previamente humedecido para facilitar el desmolde. Luego, llevá a la heladera por al menos 2 horas, o hasta que el postre esté completamente firme.
5. Decorá y serví
Una vez que esté firme, desmoldá con cuidado sobre un plato bonito. Decorá con un poco de cacao en polvo espolvoreado y algunas fresas frescas al gusto.
¡Listo! Ya tenés un postre delicioso, vistoso y perfecto para cualquier ocasión.
✅ Consejo extra
Podés preparar esta receta en moldes individuales tipo flaneras para servir porciones más elegantes. También podés variar el sabor de la gelatina si preferís otra fruta, como frambuesa o durazno.
¿Te gustó la receta? Compartila con tus amigos y guardala entre tus favoritas. Es una opción ideal para cuando querés algo fácil, dulce y con una textura que sorprende.