¡Postre casero que nunca me canso de comer! ¡Cremoso y suave, se derrite en la boca!

No hay nada como un postre casero, que te haga desearlo en cada cucharada. Este deleite suave y cremoso es la definición misma de la exquisitez, y lo mejor es que no necesitas ser un chef experto para llevar esta maravilla a tu mesa.

Preparémonos para hacer este postre irresistible y sumamente delicioso. No podrás creer lo delicioso que queda, y lo mejor, es que es muy fácil de preparar.

Cómo preparar Postre sabroso y muy suave

Para preparar este delicioso postre, vas a necesitar:

Ingredientes:

  • 750 ml (3 tazas) de leche.
  • 135 g (2/3 taza) de azúcar.
  • 9 yemas de huevo.
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
  • 2 cucharadas de almidón de maíz.

Preparación:

  1. Iniciamos con 750 ml de leche que haremos hervir. La leche caliente será la base de la suavidad que caracteriza a este postre.
  2. Mientras tanto, en una sartén colocamos 135 g de azúcar. Dejamos que se convierta en un caramelo dorado, y luego, poco a poco, vertemos la leche caliente sobre el azúcar. Ten cuidado, ve agregando la leche muy lentamente a medida que vamos mezclando para integrar, la diferencia de calor hace que el caramelo salte un poco pero luego pasa.
  3. Apagamos el fuego y dejamos que esta combinación de azúcar y leche se enfríe.
  4. En un bol aparte, batimos 9 yemas de huevo hasta que adquieran una consistencia suave y cremosa. Las yemas serán la fuente de la riqueza de nuestro postre.
  5. Agregamos 2 cucharaditas de extracto de vainilla a las yemas. Mezclamos 2 cucharadas de almidón de maíz con un poco de leche, creando una pasta homogénea. La añadimos a las yemas y continuamos mezclando.
  6. Vierte lentamente la mezcla de yemas en la leche caramelizada. Cocina a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que la mezcla alcance una consistencia cremosa y suave.
  7. Apagamos el fuego y dejamos que nuestro postre descanse y alcance su máxima potencia de sabor. Espolvoreamos con canela en polvo para un toque final digno de un hechizo culinario.
  8. Una vez que nuestro postre ha alcanzado la perfección, servimos en copas y lo llevamos a la heladera. Este paso final sellará la magia y proporcionará la textura divina que se derrite en la boca.

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¡Y ahí lo tienes! Un postre que nunca te cansarás de comer, un placer que te transporta a la cima de la felicidad en cada bocado.

Si te ha quedado alguna duda en cuanto a su procedimiento, te recomendamos ver el video de esta receta hecha por RECETAS VARGASAVOUR, haciendo clic aquí.