La urticaria es una reacción inesperada que puede alarmarnos por su rapidez y visibilidad: ronchas rojas, picazón intensa y una sensación de ardor que puede durar desde minutos hasta varios días. Muchas personas la asocian con alergias comunes, pero lo cierto es que hay causas menos conocidas y a veces sorprendentes detrás de este problema cutáneo.
Desde factores emocionales hasta alimentos insospechados, entender qué está provocando la urticaria es clave para poder tratarla correctamente y evitar que se repita.
¿Qué es la urticaria?
La urticaria es una reacción de la piel que se manifiesta con ronchas rojizas, hinchadas y con picor intenso, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. En muchos casos, estas lesiones desaparecen solas sin dejar marcas, aunque pueden ser muy molestas.
Síntomas comunes:
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Ronchas rojas o blancas, con bordes definidos.
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Picazón intensa (a veces acompañada de ardor).
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Sensación de calor en la zona afectada.
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Aparición repentina (puede durar de minutos a días).
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En algunos casos, hinchazón de labios, párpados o lengua (angioedema).
¿Por qué aparece? Causas comunes
La urticaria puede desencadenarse por múltiples factores. Entre los más conocidos están:
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Alergias a alimentos (mariscos, nueces, huevos, leche).
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Picaduras de insectos.
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Fármacos (antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos).
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Contacto con sustancias irritantes (jabones, detergentes, cosméticos).
Pero también existen causas menos conocidas:
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Estrés o ansiedad: el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada ante estímulos emocionales.
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Cambios de temperatura: frío extremo, calor, sudoración o incluso el agua.
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Ejercicio físico intenso.
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Presión o fricción sobre la piel: como la ropa ajustada o el roce prolongado.
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Infecciones virales o bacterianas.
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Desbalances hormonales.
En muchos casos, no se encuentra una causa específica, y se denomina urticaria idiopática.
¿Qué hacer si tengo urticaria?
Si tenés una reacción cutánea repentina, lo primero es no rascarte, ya que esto puede empeorar la inflamación.
Recomendaciones básicas:
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Aplicá compresas frías sobre la zona afectada.
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Evitá el uso de cremas perfumadas o jabones agresivos.
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Vestite con ropa suelta y de algodón, evitando el calor excesivo.
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Consultá a un médico, especialmente si la urticaria persiste más de 24 horas, si se repite con frecuencia, o si hay dificultad para respirar o hinchazón de garganta.
Tratamientos posibles:
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Antihistamínicos orales, que bloquean la reacción alérgica.
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Cremas calmantes o antiinflamatorias para aliviar la picazón.
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En casos más severos, se pueden usar corticoides bajo supervisión médica.
Consejos para prevenir la urticaria
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Identificá posibles desencadenantes y evitá el contacto con ellos.
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Llevá un registro de tu alimentación y ambiente si sufrís brotes frecuentes.
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Reducí el estrés: técnicas de relajación, respiración o yoga pueden ser útiles.
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Evitá temperaturas extremas y duchas muy calientes.
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Si tenés historial de alergias, consultá con un especialista en inmunología.
La urticaria no siempre es una señal de algo grave, pero sí es una forma en la que el cuerpo expresa desequilibrios o reacciones internas. Escuchar esas señales, observar los patrones y consultar a tiempo puede ayudarte a encontrar alivio más rápido y prevenir nuevos episodios.