Mantener los alimentos frescos dentro de la heladera puede ser todo un desafío. Aunque este electrodoméstico está diseñado para conservarlos por más tiempo, muchas veces aparecen problemas como exceso de humedad, malos olores o incluso moho en las paredes internas. Todo esto no solo afecta la duración de los productos, sino también su sabor y seguridad.
Lo interesante es que existe un truco casero, simple y económico, que puede ayudarte a resolver estos problemas: usar sal de cocina común dentro de la heladera. Este método fue compartido por un técnico en refrigeración y cada vez más personas lo aplican en sus hogares con excelentes resultados.
Cómo usar sal en la heladera
El procedimiento es sumamente fácil:
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Coloca 3 cucharadas de sal en un recipiente pequeño.
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Ubícalo en una de las bandejas o compartimientos de la heladera.
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Déjalo actuar.
La sal tiene una gran capacidad de absorber la humedad del ambiente. De esta manera, reduce la condensación interna del refrigerador, evita la formación de moho, elimina olores desagradables y contribuye a que los alimentos se conserven más frescos y sabrosos durante más tiempo.
Por qué funciona este truco
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La sal es higroscópica: esto significa que atrae y retiene las partículas de agua que flotan en el aire.
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Menos humedad = más frescura: con el ambiente más seco, disminuye la proliferación de bacterias y hongos.
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Adiós a los malos olores: la humedad suele ser la responsable de que los alimentos transmitan olores desagradables entre sí. Al controlarla, el refrigerador se mantiene limpio y con un olor más neutro.
Alternativa más duradera: papel absorbente con bicarbonato
Si quieres un resultado aún más prolongado, existe otra opción casera muy efectiva:
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Toma cuatro hojas de papel de cocina y dóblalas varias veces.
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En un recipiente mezcla 1 cucharada de bicarbonato de sodio con 1 cucharada de agua.
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Empapa el papel con esta preparación, distribuyéndola de forma uniforme.
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Colócalo dentro de la heladera.
El bicarbonato, conocido por su poder desodorizante, junto con el papel absorbente, atrapa la humedad y neutraliza los malos olores. Esto permite que los alimentos no se contaminen con olores cruzados y mantengan su sabor original por mucho más tiempo.
Beneficios de aplicar este método
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Conserva frutas y verduras más frescas.
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Reduce el riesgo de contaminación por moho o bacterias.
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Mantiene un ambiente más limpio e higiénico dentro de la heladera.
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Es económico y no requiere productos químicos.
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Puede aplicarse en cualquier tipo de refrigerador.
Consejos y recomendaciones
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Cambia la sal cada 2 o 3 semanas para que siga siendo efectiva.
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Si usas la alternativa de papel y bicarbonato, renueva el preparado una vez al mes.
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Asegúrate de limpiar regularmente tu heladera, ya que la sal y el bicarbonato son aliados, pero no sustituyen la higiene.
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Evita colocar alimentos sin tapar o sin envase, ya que favorecen la humedad y los olores.
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Mantén la heladera ordenada, con los alimentos más perecederos a la vista, para aprovechar al máximo su frescura.
Con ingredientes simples y accesibles como sal o bicarbonato de sodio, es posible mantener la heladera más seca, libre de olores desagradables y en mejores condiciones para preservar los alimentos. Un pequeño gesto que marca una gran diferencia en la calidad, frescura y duración de lo que consumes día a día.