Las acelgas, con su combinación única de hojas verdes y pencas suculentas, ofrecen una variedad de sabores y texturas que pueden deleitar cualquier paladar.
Si bien las hojas suelen ser las protagonistas en muchas recetas, no subestimemos el potencial de las pencas.
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Hoy te presento una deliciosa receta para preparar las pencas de acelga rebozadas, ideales como entrante, acompañamiento o incluso como parte de una mesa de picoteo.
Ingredientes (para 4 Personas)
- 400 g de pencas de acelga
- Sal
- Aceite para freír
- 1 o 2 huevos
- 3 o 4 cucharadas de harina
Preparación
- Deshebra las pencas de acelga, eliminando los hilos de fibra tirando con un cuchillo pequeño.
- Limpia las pencas para quitar cualquier resto de suciedad.
- Corta las pencas en trozos del tamaño de un bocado.
- Cocina las pencas al vapor durante aproximadamente 5 minutos, hasta que estén un poco firmes pero tiernas. Sazona con sal al gusto.
- Calienta abundante aceite para freír en una sartén, asegurándote de que esté bien caliente pero no humeante.
- Bate 1 huevo en un recipiente con una pizca de sal.
- Coloca unas 3 o 4 cucharadas de harina en otro recipiente.
- Pasa las pencas cocidas primero por la harina, luego por el huevo batido.
- Fríe las pencas rebozadas en el aceite caliente, dorándolas por ambos lados. Realiza la fritura por tandas para evitar que queden grasientas.
- Una vez que las pencas estén doradas y crujientes, retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Sirve las pencas de acelga rebozadas de inmediato, para disfrutarlas calientes y recién hechas.
Con esta sencilla receta, podrás disfrutar de unas pencas de acelga crujientes por fuera y tiernas por dentro, con un delicioso sabor que seguro encantará a todos en la mesa.
Acompáñalas con tu salsa favorita o simplemente disfrútalas solas como bocado saludable y sabroso. ¡Buen provecho!
