¿Tu coche se calienta seguido y nadie encuentra el motivo? Este problema no solo es común, sino que puede ser muy peligroso si no se atiende a tiempo. Lo peor es que algunos mecánicos no te hablarán del verdadero culpable… Y es una pieza tan pequeña como importante: el termostato.
En este artículo vamos a explicarte por qué el motor puede sobrecalentarse, cuál es el papel del termostato y qué decisiones podrías tomar si esta pieza está fallando.
¿Por qué se calienta el motor del auto?
Cuando el motor de un vehículo se calienta más de lo normal, las causas pueden ser varias. Algunas son fáciles de detectar, otras no tanto. Pero hay una razón silenciosa que suele pasar desapercibida, aunque es mucho más común de lo que creés.
Posibles razones del sobrecalentamiento:
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Falta de refrigerante o fuga en el sistema
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Radiador obstruido o con fallas
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Ventilador del radiador que no enciende
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Bomba de agua dañada
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Junta de culata con filtraciones
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Tuberías del sistema tapadas o deterioradas
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Y la más probable: termostato trabado o dañado
El verdadero culpable: el termostato pegado
El termostato es una válvula que regula el flujo del refrigerante en el motor. Cuando el motor está frío, el termostato se mantiene cerrado para que el motor alcance su temperatura ideal más rápido. Luego, se abre para dejar circular el refrigerante y mantener el motor a una temperatura estable.
Pero si el termostato se queda pegado en la posición cerrada, impide que el refrigerante circule y el motor comienza a calentarse peligrosamente.
¿Por qué no te lo dicen?
Muchos mecánicos no revisan el termostato como primera opción. Además, algunos directamente recomiendan quitarlo, algo que no siempre es lo mejor, ya que:
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El motor podría tardar más en calentarse.
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Podés perder eficiencia de combustible.
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En climas fríos, se pueden generar otros problemas.
Eso sí, algunos conductores experimentados andan sin termostato y no tienen problemas, especialmente en zonas muy cálidas. Pero esto no es una solución recomendada de forma general.
Consejos si tu coche se calienta
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No ignores los primeros signos: Si la aguja de temperatura sube más de lo normal, detenete de inmediato.
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Revisá el nivel de refrigerante con el motor frío.
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Controlá el estado del termostato si todo lo demás parece estar en orden.
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No retires el termostato sin saber bien lo que hacés. Consultá con un especialista de confianza.
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Usá refrigerante de calidad y cambiá el líquido cada cierto tiempo, no solo cuando hay fallas.
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No te guíes solo por consejos de foros o mecánicos improvisados. Cada auto y cada clima tienen necesidades distintas.