El calabacín es un ingrediente versátil que se puede utilizar tanto en recetas saladas como dulces. Aunque es más conocido por su uso en guisos, sopas y platos principales, también puede ser la base de deliciosos postres. Su textura suave y su sabor neutro permiten combinarlo con diferentes ingredientes para lograr preparaciones sorprendentes.
En esta receta, aprenderemos a preparar un dulce de calabacín crujiente, una opción perfecta para quienes buscan innovar en la cocina con ingredientes sencillos. Este postre es fácil de hacer, económico y ofrece una combinación de sabores y texturas que lo hacen irresistible.
Además, es una excelente manera de incorporar más vegetales en la alimentación sin sacrificar el placer de un buen postre. ¡Manos a la obra!
Ingredientes
- 350-400 g de calabacín
- 300-400 g de harina (puede variar según la textura de la masa)
- 16 g de azúcar granulada (puedes ajustar según tu preferencia)
- 100 ml de refresco con gas
- 50 g de mantequilla (manteca) derretida mezclada con aceite (150-200 ml en total)
Preparación
- Preparar el calabacín:
- Cortar el calabacín en rodajas finas.
- Cocinar con suficiente agua hasta que se ablanden y absorban el líquido.
- Hacer un puré asegurándose de que no queden trozos grandes.
- Preparar la masa:
- Agregar el azúcar y el refresco con gas al puré de calabacín.
- Incorporar la harina poco a poco hasta obtener una masa suave y que no se adhiera a las manos.
- Amasar bien y dividir en cuatro partes formando merengues.
- Extender la masa:
- Envolver la mitad de la masa en una bolsa y reservar.
- Extender cada porción de masa en una superficie limpia y enharinada, asegurándose de que no quede demasiado delgada.
- Capas y armado:
- Aplicar la mezcla de mantequilla y aceite sobre la primera capa de masa.
- Cubrir con la segunda capa y repetir el proceso hasta completar las cuatro capas.
- Estirar suavemente desde los bordes para expandir la masa sin romperla.
- Enrollado y horneado:
- Enrollar la masa y cortar en porciones de aproximadamente 2 cm de grosor.
- Colocar las piezas sobre una bandeja con papel de hornear y aplicar más mantequilla por encima.
- Hornear en un horno precalentado a 180°C durante 35-40 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Otra forma de disfrutar de este postre:
- Una vez armados los rollitos con la masa, se envuelve en papel film y lo llevamos al refrigerador hasta que alcance una consistencia firme.
- Paso siguiente, se cortan las rodajas y se abre dejando dos centímetros de masa sin cortar.
- Finalmente, podemos dejar algo de calabaza reservada y pisarla con un tenedor. También, se utiliza una cuchara y añadimos un poco de dulce de calabaza. De esta forma, unimos esta especie de pastelitos rellenos y al horno hasta dorar. ¡A disfrutar!
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Consejos Adicionales:
- Para un sabor más dulce, agrega un poco de canela o esencia de vainilla al puré de calabacín.
- Si deseas una textura aún más crujiente, puedes dejar reposar la masa en el congelador durante 30 minutos antes de hornear.
- Puedes sustituir parte de la harina por harina de almendra para una versión más nutritiva.
- Acompaña con una salsa de miel o un poco de azúcar glass (azúcar impalpable) espolvoreada por encima para darle un toque especial.
Esta receta es una excelente opción para aprovechar el calabacín en un postre original, fácil de preparar y con una textura crujiente irresistible. ¡Anímate a probarla y sorprende a tu familia con este delicioso dulce!