Durante los últimos años, las cajas de autoservicio se instalaron como una solución moderna y rápida para hacer compras sin tener que pasar por un cajero humano. Sin embargo, una tendencia inversa comienza a crecer: muchos supermercados en distintos países están optando por eliminarlas. Lo que se presentaba como un avance tecnológico parece no haber cumplido con todas las expectativas.
En este artículo te contamos por qué algunos supermercados están dejando de lado las cajas de autoservicio, qué problemas han generado y qué deberías tener en cuenta como consumidor.
¿Por qué algunos supermercados están eliminando las cajas de autoservicio?
Aunque en un principio parecían una innovación eficiente, las cajas de autoservicio han traído una serie de complicaciones que han llevado a muchas cadenas a reconsiderar su uso. Estas son algunas de las razones principales:
1. Aumento del robo
Uno de los problemas más reportados por los supermercados es el incremento del robo o pérdida de productos, tanto de forma intencional como por errores al escanear. Las tasas de «pérdida desconocida» aumentaron considerablemente desde la implementación de estos sistemas.
2. Fallas técnicas frecuentes
Los escáneres que no reconocen los códigos, balanzas que detectan diferencias de peso o sistemas que se traban son quejas comunes. Esto genera frustración y hace que el proceso sea más lento de lo prometido.
3. Menor experiencia de compra
Muchos clientes, especialmente adultos mayores o personas con poca familiaridad con la tecnología, prefieren el contacto humano. Las cajas automáticas pueden resultar frías, impersonales y poco accesibles.
4. No ahorran tanto tiempo
Aunque están diseñadas para ser rápidas, cuando hay problemas técnicos o filas extensas por falta de personal de asistencia, el autoservicio puede terminar siendo más lento que una caja tradicional.
5. Impacto laboral
En algunos lugares, su implementación fue vista como una forma de reducir puestos de trabajo. Esto generó descontento social y boicots en ciertos supermercados.
Consejos para el consumidor ante esta transición
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Elegí la opción que te resulte más cómoda: Si hay cajas tradicionales disponibles, no dudes en usarlas. La atención humana puede ser más rápida y precisa en muchos casos.
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Consultá si necesitás ayuda: Si estás en una caja de autoservicio y algo falla, no intentes forzarlo. Pedí asistencia para evitar errores o cargos indebidos.
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Revisá bien tu ticket: Al usar autoservicio, es común que algún producto no se escanee o se registre dos veces. Siempre revisá antes de salir.
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Adaptate a los cambios, pero no te sientas obligado: La tecnología avanza, pero no todas las soluciones son para todos. Tu derecho como consumidor es elegir cómo querés pagar y ser atendido.
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Apoyá los comercios que priorizan una buena atención: Muchos supermercados están volviendo a contratar personal y reforzar la atención personalizada. Valorar ese trato puede incentivar un mejor servicio general.
Aunque las cajas de autoservicio llegaron con promesas de modernidad y agilidad, la realidad ha demostrado que no son la solución perfecta. Problemas técnicos, robos y una experiencia de compra menos cálida han llevado a varios supermercados a dar marcha atrás. Como consumidores, es importante estar informados, exigir un buen servicio y elegir siempre la opción que nos brinde comodidad, seguridad y respeto.