La mayoría de nosotros usamos el control remoto del televisor a diario, pero muy pocos saben que estos dispositivos esconden funciones, fallas comunes y trucos de reparación que pueden ahorrarnos dinero y extender su vida útil. En este artículo, te mostramos un enfoque paso a paso para reparar controles remotos y entender su funcionamiento.
A continuación, podrás visualizar el armado de mejor manera en el siguiente video del canal Diy Tech Trends:
Problemas más comunes en controles remotos
- Botones que no responden: Uno de los problemas más frecuentes se debe al desgaste de los contactos de goma o la suciedad interna.
- Fallo del emisor de señal infrarroja (IR): El pequeño LED que transmite la señal puede debilitarse o romperse.
- Mal contacto de baterías: Los resortes o terminales se sulfatán o doblan, interrumpiendo la energía.
Revisión rápida en casa
- Cámara del celular: Apuntá el control remoto a la cámara frontal de tu teléfono y presioná algún botón. Si ves un destello rosado o blanco, el LED IR está funcionando.
- Cambio de pilas: Asegurate de usar baterías nuevas y revisá que estén bien colocadas.
Solución casera paso a paso
- Desarmar el control: Usá un destornillador pequeño o una tarjeta plástica para abrir el control sin dañar los bordes.
- Limpiar internamente:
- Separá la placa de circuito y la membrana de goma.
- Limpiá los contactos con alcohol isopropílico y un hisopo.
- Reforzá los contactos con pintura conductiva si están muy desgastados.
- Verificar el LED IR:
- Si no emite luz (verificable con la cámara), podés reemplazarlo por uno de un control viejo.
- Cerrar y probar:
- Asegurate de que las partes estén bien colocadas.
- Probá el control en el televisor.
Consejos adicionales
- Mantené los controles alejados de la humedad: Evitá dejarlos cerca de vasos, plantas o en exteriores.
- No uses demasiada fuerza al presionar los botones, ya que acelera el desgaste.
- Tené un control universal como respaldo mientras reparás el principal.
- Marcá el control si tenés varios para evitar confusiones (especialmente en hogares con muchos dispositivos).
Conclusión
Con materiales sencillos y un poco de paciencia, podés arreglar muchos de los problemas típicos de un control remoto sin recurrir a servicios técnicos. Este conocimiento no solo ahorra dinero, sino que también reduce residuos electrónicos innecesarios. Una habilidad básica que puede resultar muy útil en cualquier hogar.