Se encuentra en el corazón de los Valles Calchaquíes, ofreciendo al pasajero un inigualable y bello lugar. A quince kilómetros de Cachi, lugar con historia, monumentos naturales y arquitectónicos.
Con arroyos de aguas cristalinas que recorren los amplios sectores donde los secaderos de pimientos rojos bajos el sol, se expanden en toneladas por en medio del pueblo.
Transformándose así en el famoso y codiciado pimentón, sin duda es el color rojo lo distingue. Ciertamente es parte de la historia de Salta y de la Argentina.
De hecho, el pueblo luce sus colores que los identifica, como los taxis, los ponchos, la bandera, el color predominante es el rojo grana con el listón negro.
El color rojo por la sangre derramada en las luchas por la independencia, y el negro en señal de luto por la muerte del Héroe Nacional Gaucho, Juan Martín Miguel de Güemes.
Producción Artesanal
En cierto momento del año, hasta los cerros parecieran cubrirse de este tono, hacen del Valle Calchaquí una postal única.
Precisamente es la época en que se sacan al sol los pimientos para el pimentón, se convierte en una marea roja en pleno paisaje del Valle a la Puna. Toma una intensidad maravillosa y en contrapunto con el turquesa del cielo, tanto los turistas, viajeros de paso y los mismos habitantes lugareños, quedan atrapados por las imágenes que regala la naturaleza.
Justamente es en la estación de otoño cuando se aparece esta producción y elaboración de los cientos, miles de pimientos acomodados sobre el suelo de piedras que marcan las “canchas”. Una palabra quichua que usamos todos para referirnos la tierra marcada.
Como dice los salteños de ley, que estás son las producciones que hay que proteger porque son artesanales y que forman parte de la cultura productiva. Además de ser un atractivo verdaderamente turístico y que los mismos salteños promocionaron para todos aquellos que quieran visitar la provincia.
Desde la ruta y para quienes no conocen la práctica, éste es un fenómeno extraño. Se detienen a observar y allí ven con rastrillos a los agricultores esparciendo el resultado de su trabajo en la tierra, para que pierdan más del 80 % del agua y así poder elaborar el mejor pimentón dulce de la Argentina.
Lo cierto es que los pimientos se cosechan en toda la región vallista que une en el norte argentino a las provincias de Catamarca, Tucumán y Salta, es precisamente en la localidad de Payogasta, donde el final de la cosecha tiene lugar la Fiesta Provincial del Pimiento.
Es interesante saber como 130 pequeños productores trabajan diariamente para lograr secar los pimientos, los días que lleva son una quincena aproximadamente y volver a empezar.
Además lleva 1200 y 1400 kilos por hectárea, aunque 900 es un buen promedio. Cuando terminan y están secos, se cargan en bolsas que pasan a buscar un camión para trasladarlos hasta Salta. Finalmente allí, los molinos los convierten en pimentón.
Fuente e imagen: Diario Salta Soy