El brócoli es un vegetal muy nutritivo, rico en proteínas vegetales, vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes esenciales para la salud. Sin embargo, su estructura compacta y ramificada hace que, entre sus ramilletes, puedan quedar atrapadas impurezas, restos de agroquímicos, tierra e incluso huevos de insectos.
Lavar el brócoli solo con agua no elimina todos estos residuos, lo que puede representar un riesgo para la salud. Por eso, es fundamental higienizarlo correctamente antes de consumirlo.
Cómo limpiar correctamente el brócoli
1. Separar los ramilletes
Cortá el brócoli en pequeñas flores o buqués para facilitar el acceso a todas sus partes.
2. Preparar la solución de limpieza
En un recipiente grande, colocá suficiente agua para cubrir todo el brócoli y agregá:
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1 cucharada de sal
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1 cucharada de bicarbonato de sodio
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1 cucharada de harina de trigo
3. Dejar en remojo por 10 minutos
Remové ligeramente los ingredientes para que se mezclen bien y dejá reposar. Cada componente cumple una función:
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La sal actúa como desinfectante natural.
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El bicarbonato ayuda a eliminar restos de pesticidas.
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La harina absorbe las impurezas y la suciedad atrapada.
4. Frotar suavemente y enjuagar
Pasado el tiempo de remojo, frotá suavemente los buqués con las manos para liberar los residuos. Luego, enjuagá en abundante agua corriente.
Consejos adicionales
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Realizá este proceso siempre antes de cocinar o consumir el brócoli, especialmente si lo vas a usar crudo o apenas cocido.
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Si usás agua tibia o ligeramente caliente, mejorarás la eficacia de los ingredientes.
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No utilices productos químicos no aptos para alimentos.
Receta saludable con brócoli al vapor
Una excelente forma de disfrutar el brócoli y conservar sus nutrientes es al vapor. Aquí una receta fácil y nutritiva:
Ingredientes:
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Brócoli previamente higienizado
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1 zanahoria rallada
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Champiñones negros (funghi) o comunes
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2 huevos batidos
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Sal al gusto
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Unas gotas de aceite de sésamo
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Un chorrito de salsa de soja
Preparación:
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Escaldá el brócoli en agua hirviendo con un poco de aceite por 1 minuto. Esto ayuda a fijar su color y reducir el ácido oxálico.
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Mezclá el brócoli con la zanahoria, los champiñones y los huevos batidos.
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Cociná al vapor durante 12 minutos.
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Al servir, agregá unas gotas de aceite de sésamo y un toque de salsa de soja.
Este plato es ideal para acompañar arroz, fideos o como base de una comida ligera y equilibrada. Además de ser sabroso, es una opción excelente para cuidar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico.