Lagarto overo

Lagarto overo

Lagarto overo

El lagarto overo (Salvator merianae) es nativo de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Habita principalmente en ambientes xerófilos (secos), bosques, zonas agrícolas y urbanas. Se distribuye en toda el área chaqueña, en toda Formosa, Jujuy, Salta, Chaco, Tucumán y Santiago del Estero; en Catamarca, La Rioja y San Juan, en la región del «Monte». En Córdoba en la zona oeste, hasta el contacto con las sierras, y también en San Luis. En todo Mendoza y parte occidental de La Pampa.

Es un reptil de gran tamaño. Posee una cabeza robusta y ancha, con gran desarrollo de la región del masetero, de coloración oscura, casi negruzca. Las extremidades son cortas con manchas de color blanquecino. En dorsal es rojizo con manchas oscuras irregulares que se disponen en series transversales. En general, la cola es más larga que el cuerpo. Con bandas transversales oscuras, y manchas irregulares espaciadas y atravesadas lateralmente por una línea de manchas blancas algo borrosas, desde el oído hasta las extremidades posteriores. Hacia ventral presenta un color rojizo casi anaranjado. Tiene manchas grandes y alargadas en la garganta y en la región abdominal barras negras irregulares.

Es poiquilotermo (su temperatura corporal fluctúa junto con la del ambiente), como todos los reptiles, por lo que se encuentra activo en los meses de primavera y verano (desde octubre hasta marzo). Es un reptil muy poco agresivo, frente a cualquier situación de amenaza emprende la huida velozmente buscando ocultarse en cuevas o entre la vegetación. Posee muy poca resistencia al frío y pasa la estación invernal en refugios subterráneos.

Es generalista tanto en sus hábitos como en sus requerimientos dietarios. Se alimenta de un amplio rango de animales (aves, peces, mamíferos pequeños, insectos, moluscos, anfibios) y hasta frutas, por lo que es un importante dispersor de semillas. Su lengua bífida es un órgano tanto sensorial como táctil, por lo cual la utiliza para encontrar su alimento.

Lagartos overo

El período de cortejo y cópula se extiende desde octubre hasta noviembre, el pico de nidificación se produce en diciembre y las crías nacen en el mes de febrero. Son ovíparos y presentan una alta tasa reproductiva: 25-36 huevos promedio por hembra por temporada.

Se lo suele cazar por su cuero y para venderlo como mascota. Hay que recordar que la comercialización de cualquier especie silvestre es ilegal y perjudica a las poblaciones naturales, ya que al extraer individuos de la naturaleza desestabiliza el equilibrio ecológico. En algunas zonas los pueblos originarios y criollos, los cazan para consumo de subsistencia, la grasa tiene fines medicinales y el cuero es vendido a acopiadores.

Históricamente ha sufrido gran presión de caza, lo que ha llevado a que desde el año 1977 fuera incluida, junto con el lagarto colorado (Tupinambis rufescens), en el Apéndice II de la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y consideradas dentro de la categoría de “comercio significativo”.

Es por esto que la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, desarrolló el Proyecto Tupinambis. Este consiste en un sistema de aprovechamiento sustentable de los lagartos overo y colorado, y se ejecuta en conjunto con las provincias de Formosa, Chaco, Salta, Santiago del Estero, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Santa Fe y Jujuy. Actualmente la especie se encuentra catalogada como de preocupación menor por la UICN (2014).

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