La temporada de tomates frescos es un momento especial del año en la que estos jugosos y versátiles frutos están en su punto máximo de sabor y madurez. Si tienes la suerte de tener acceso a tomates frescos de calidad, es importante aprovecharlos al máximo y preparar deliciosos productos para disfrutar durante todo el año.
Una de las formas más prácticas y versátiles de conservar los tomates para el invierno es a través de la elaboración de una rica y casera salsa de tomate. La salsa de tomate es un elemento fundamental en la cocina, ya que puede utilizarse en una amplia variedad de platos, como salsas para pasta, sopas de tomate, bases para guisos, pizzas y más.
Acompáñame mientras te guío a través de una receta sencilla para preparar tu propia salsa de tomate casera que podrás disfrutar en cualquier época del año.
Cómo conservar tomates para el invierno
Ingredientes:
-4 kilos de tomates perita maduros y frescos
-1 cucharada de sal gruesa
-Frascos esterilizados (cantidad según tu preferencia)
Preparación:
- Lava cuidadosamente los tomates perita frescos y asegúrate de que estén limpios.
- Corta los tomates en rodajas gruesas para facilitar su cocción.
- En una olla grande, coloca las rodajas de tomate a fuego medio.
- Agrega una cucharada de sal gruesa a los tomates. La sal ayudará a realzar el sabor de los tomates y acelerará la liberación de sus jugos.
- Cocina los tomates a fuego medio durante aproximadamente 1 hora, o hasta que estén completamente blandos y hayan liberado una cantidad significativa de líquido.
- Una vez que los tomates estén bien cocidos y blandos, utiliza una trituradora de mano (también conocida como licuadora de mano) directamente en la olla para triturar todos los tomates hasta obtener una salsa suave y homogénea.
Envasado
- Lava y esteriliza los frascos en los que envasarás la salsa de tomate. Puedes hacerlo hirviéndolos en agua durante unos minutos o utilizando otro método de esterilización.
- Estando la salsa aún cocinándose, llena los frascos con la salsa de tomate caliente, dejando aproximadamente 1 centímetro de espacio en la parte superior para permitir la expansión.
- Cierra los frascos de manera segura con las tapas herméticas.
- Ponlos boca abajo sobre una superficie en donde puedas dejarlos, hasta que los quieras utilizar. Los frascos se ponen boca abajo después de envasar la salsa de tomate caliente y cerrarlos herméticamente para crear un sellado al vacío. Al darles la vuelta, se crea una presión negativa en el interior que ayuda a asegurar el sellado hermético, lo que prolonga la conservación de la salsa de tomate y evita la entrada de aire y microorganismos.
Una vez procesados, almacena los frascos de salsa de tomate en un lugar fresco y oscuro. La salsa de tomate casera bien sellada puede durar varios meses.
Ahora tienes una deliciosa salsa de tomate casera que puedes disfrutar durante todo el año en tus platos favoritos. ¡Esta preparación simple y práctica te garantiza tener el sabor fresco de los tomates incluso en los meses de invierno!
Si te ha quedado alguna duda en cuanto a este procedimiento, te invitamos a que veas el video de YÖRÜK KIZININ MUTFAĞI, recuerda activar los subtítulos: