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La jarilla

A la Jarilla se la conoce en la botánica como Larrea Divaricata, Jarilla de la sierra, Jarilla del monte, Jarilla oficinal, y Galicosa. Esta es una planata serrana, es muy afamada debido a sus propiedades curativas contra la sífilis, contiene  sales de potasio y yodo.

La Jarilla es un gran depurativo de la sangre, esta libera al organismo de toxinas, por lo que cual es empleada contra el reumatismo, gota, ciática, y, asimismo, para las enfermedades de la piel. Las hojas de la jarilla, cuentan con propiedades astringentes, siendo utilizada para combatir las diarreas e inflamaciones del intestino, y, en su uso externo, contra las hemorroides.

Para todos los casos de uso interno de la Jarilla ase emplea la raíz de la planta, la cual se debe cortar en trocitos y se deja secar al aire seco, en un ambiente libre de humedad. Una vez desecada se la tiene que guardar en un frasco de boca ancha bañado con un buen vino blanco. También se la puede conservar en un tarro lleno de arena, en caso contrario la raíz se descompone.

Cuando se tenga que usar, hay que retirar la cantidad necesaria, lavarla bien a fin de poder eliminar los restos de vino, y se debe hacer un cocimiento con dos puñados grandes de trocitos de raíces de Jarilla por diez minutos. Se deja enfriar tapada, se cuela y luego se bebe hasta cuatro tazas por día para combatir los sintomas de las enfermedades nombradas anteriormente.

Para el uso externo, por ejemplo contra hemorroides inflamadas, la jarilla es muy buena como desinflamante. Para aplicarse se deben hacer baños de asientos fríos, con un litro del cocimiento anteriormente preparado, pero un poco más cargado. Ese mismo cocimiento se puede usar para baños de pies, cuando éstos tienen un olor muy fuerte debido a alimentación ácida o fermentativa.

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